Compuesto por 9 miembros, de los cuales 7 tienen derecho a voto, el órgano es consciente de los desafíos y de las oscuras perspectivas que se avecinan, reconoció el primer ministro interino, Michel Patrick Boisvert. , durante la ceremonia de inauguración que tuvo lugar el jueves en dos eventos, uno en el Palacio Nacional de Puerto Príncipe y el otro en la oficina del Primer Ministro, denominada Oficina del Primer Ministro. Hay vidas que huyen de nuestro país porque la situación es muy grave (…) La situación concierne a todos los ciudadanos haitianos, dondequiera que se encuentren.
Boisvert enfatizó que la situación exige que nos superemos y cambiemos el paradigma. Las estructuras institucionales del Estado haitiano, debilitadas por décadas de inestabilidad política, colapsaron de manera espectacular. No sólo se ha visto comprometida la calidad sino también la existencia misma de los servicios públicos prestados a nuestros ciudadanos”, añadió la concejal Régine Abraham.
La autoridad de transición abordará cinco proyectos importantes, entre ellos el restablecimiento de la seguridad pública, la organización de una conferencia nacional y una reforma constitucional, y la organización de elecciones generales democráticas, creíbles y participativas; restablecer la justicia, el Estado de derecho y los derechos fundamentales de los ciudadanos, y lograr la recuperación institucional y económica. La situación de seguridad del país comenzó a deteriorarse en 2018, con un aumento de los secuestros, ataques armados, violaciones y robos contra civiles por parte de grupos armados, que han perpetrado al menos 20 masacres desde entonces. La situación se agravó aún más tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Estas bandas ganaron poder, adquirieron más armas y municiones y se reunieron en febrero pasado para formar la alianza criminal Vivre Ensemble, liderada por el ex policía Jimmy Cherizier, también conocido como líder de Barbecue, quien comandó la revolución que obligó a Ariel Henry a renunciar al poder. Desde febrero, su violencia ha aumentado, destruyendo cárceles, hospitales, comisarías, farmacias y viviendas, y saqueando instituciones públicas y privadas, acciones que afectaron a todos los sectores de la sociedad. Según datos de Naciones Unidas, en los primeros tres meses del año, al menos 2.505 personas murieron o resultaron heridas, más de 90.200 personas fueron desplazadas y vivieron en condiciones inhumanas en 85 localidades de todo el país.
-Príncipe, controlado. al menos el 80% por grupos armados. El restablecimiento de la seguridad es una condición esencial para lograr todos los demás objetivos, incluida la destrucción de los grupos armados, entre 200 y 300, que operan en el país, impidiendo, entre otras cosas, la libre circulación de personas y bienes.
La recuperación económica no es posible sin la estabilización y el restablecimiento de la seguridad, lo que necesariamente implica fortalecer la Policía Nacional de Haití. Haití no ha celebrado elecciones desde 2016, tras el final del mandato de Michel Martelly, del que salieron los últimos funcionarios elegidos democráticamente del país, incluido el presidente asesinado cercano a Jovenel Moïse. Después de su muerte en julio de 2021, el país no tenía funcionarios electos, ni presidente, senadores, representantes ni alcaldes.
Jovenel Moise tuvo que convocar elecciones tras reformar la Constitución, pero no tuvo tiempo para hacerlo, y tras el asesinato Henry gobernó el país durante más de 30 meses sin celebrar elecciones debido a la situación de violencia. El Consejo Presidencial de Transición es responsable de celebrar elecciones presidenciales el 7 de febrero de 2026, 10 años después de la última convocatoria. En el centro del proyecto electoral se encuentran dos cuestiones importantes: la celebración de una convención nacional y la reforma constitucional que debe llevarse a cabo antes de las elecciones bajo los auspicios de la nueva Carta Magna.
La celebración de elecciones ayudará a restaurar las instituciones que han sido dañadas a lo largo de los años, así como el poder estatal, objetivos que el Consejo de Transición Presidencial debe alcanzar en menos de dos años.