Washington (AFP). Extremadamente discreta en la Casa Blanca y aún más reservada en público desde que abandonó Washington, la ex primera dama estadounidense Melania Trump volverá progresivamente a los escenarios junto a su marido Donald Trump. Su participación en dos protestas recientes ha alimentado estas especulaciones.
El viejo modelo, distante y misterioso, ha estado hasta ahora completamente ausente de la campaña del candidato republicano a la Casa Blanca por tercera vez. Melania Trump, de 50 años y nacida en Eslovenia, ha restado importancia a todos los principales eventos de campaña del multimillonario en cuestión. Tampoco acompañó al tribunal a su marido, acusado en cuatro casos diferentes.
Estas ausencias son inusuales para los estadounidenses, acostumbrados a la compañía de líderes políticos solidarios con sus cónyuges en tiempos de crisis, y han alimentado incesantemente los rumores sobre su relación con el expresidente. Pero a principios de abril, la ex primera dama acompañó a su marido a una importante recaudación de fondos en la que el Partido Republicano recaudó más de 50 millones de dólares para las elecciones presidenciales. El 20 de abril participará en un evento similar para un grupo republicano LGBT, Log Cabin Republicans.
Para Katherine Jellison, profesora de la Universidad de Ohio y experta en parejas presidenciales, estos hechos ilustran claramente el regreso de Melania Trump a la política. Estas son sólo algunas apariciones, pero parecen indicar que ella está regresando gradualmente a la vida pública y a la campaña de Trump, dijo Jellison a la AFP. La propia Melania Trump habló sin entusiasmo de este regreso en un brevísimo intercambio con periodistas a mediados de marzo.
Estén atentos, dijo sonriendo, detrás de grandes lentes negros. Sin embargo, según Jellison, la ex primera dama debería asistir a eventos como los que asistirá en abril. Ella parecía más cómoda en esas situaciones, dijo, que en las típicas actividades de campaña de la esposa de un candidato: estrechar manos y charlar con multitudes de votantes.
El profesor cree que este estilo es más específico de… Jill Biden, esposa del presidente demócrata y oponente de Donald Trump en las elecciones de noviembre. A principios de marzo, Jill Biden lanzó una iniciativa de movilización de votantes a nivel nacional y visitó periódicamente los estados más conflictivos del país para las elecciones presidenciales.
Y cada vez que Melania Trump habla en público las críticas recaen sobre ella. Su discurso en la convención republicana de 2016 fue ridiculizado, y con razón: se tomaron pasajes enteros de un discurso de la ex primera dama Michelle Obama. También han sido criticados sus viajes como primera dama, como cuando visitó a niños inmigrantes en la frontera con México, y por poner en marcha varias iniciativas.
Después de eso, Melania Trump mantuvo un contacto certero. Rompió su silencio en una rara entrevista en 2018. Cuando se le preguntó sobre el supuesto romance de su marido con la actriz porno Stormy Daniels, insistió en que tenía cosas más importantes en las que pensar.
Sin embargo, fueron los supuestos pagos realizados a la estrella de cine para adultos los que le llevaron a Donald Trump a su primer juicio penal, que comienza el lunes en Nueva York.