Analizando la situación de Haití, el antropólogo y filósofo Fernando Ferrán cree que los haitianos pueden superar la crisis y el caos sin verse inmersos y lograr las instituciones necesarias. la estabilidad. .
En su artículo Hambruna y autismo en Haití, Ferrán relata que Haití atraviesa un proceso de convulsión que, además de temporal, también es histórico por su cultura y divisiones. El actual atolladero en la historia de Haití es más que temporal, una consecuencia del asesinato de Jövenel Moïse. Está escrito en su médula.
Pero como todo lo histórico, comienza un día y termina otro, dijo Ferrán, coordinador de la Unidad de Investigación de Haití y director del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales, padre José, dijo Luis Alemán, de la PUCMM. Puede leer: JCE emitirá actas a los primeros electores en las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2024 Se pregunta por qué en Haití es tan difícil, inaccesible o imposible llegar a un consenso, respetarlo y protegerlo para que dé frutos para el futuro, la felicidad y el bien común. Detalló que hay sectores que entienden que esto se debe al nivel de incultura y civismo de los haitianos, quienes son responsables de todos los males, errores y agravios que sufren; Mientras otros culpan a las potencias extranjeras, fueron ellas quienes las esclavizaron, luego las menospreciaron y coaccionaron, mediante el engaño y sin pudor, con prudencia y humildad.
En cuanto a la acusación de que los haitianos han demostrado ser incapaces de llevarse bien entre sí, esto sugiere que hay muchas razones, incluidas históricas y raciales, para la intolerancia entre negros y blancos de piel negra. Esto también se explica por el problema de la formación ciudadana y la inexistencia de una educación moderna. Al fundamentalismo de la élite económica del país se suma la corrupción del gobierno y de los ejecutivos políticos o, lo que es más lamentable, la pérdida de nuestra dignidad.
En cuanto a culpar a potencias extranjeras, se asume la codicia o indiferencia internacional hacia cualquier cosa intrínsecamente haitiana. O por sus intereses abusivos y opresivos, tanto económicos como geopolíticos. Asimismo, consideró el peso de las deudas financieras, el saqueo imperialista y la usura de los grandes capitales, como los factores subyacentes que explicaban la situación que lo llevó tan rápidamente a la inacción, al borde del abismo.
Ya sea para ellos mismos, para los demás o para ambos, afirma Ferrán, los haitianos siguen sin redimirse. Después de resumir las posibles soluciones consideradas para estabilizar a Haití, Ferrán argumentó que los acuerdos parecían inviables, inobservables o inútiles. Mientras tanto, la desconfianza se extiende, lo que plantea la posibilidad de un Consejo de Transición.
Espera que llegue el momento en que la sociedad haitiana pueda unir su voluntad y poner fin a las divisiones y conflictos en los que está inmersa. Ahora, poniendo la realidad en contexto, sólo queda la esperanza, contra toda esperanza, de que el bloque social haitiano supere la hambruna y la violenta autofagia (renacimiento) cultural y que la desorganización que vive logre alcanzar sus objetivos. objetivo.
resultado de una situación más estable e institucionalizada en la República de Haití, explica Ferrán. De lo contrario, advierte el eminente antropólogo, no sólo desaparecerá sino que provocará una ola de migración haitiana que perturbará a todos los países y archipiélagos -en la gran cuenca del Caribe y mucho más aún en los mares- que previeron y negaron las consecuencias.
