El informe del Banco Mundial será presentado en una reunión conjunta con el FMI que tendrá lugar la próxima semana. WASHINGTON. El Banco Mundial cree que América Latina y el Caribe han llegado a un punto de inflexión crítico.
Aunque ha habido avances significativos en la estabilización de la economía en las últimas décadas, el crecimiento sigue estancado, lo que erosiona el progreso. Se necesitan medidas urgentes para revertir la tendencia. El Banco Mundial predice que el PIB regional crecerá un 1,6% en 2024.
Se espera un crecimiento del PIB de 2,7 y 2,6 para 2025 y 2026. Esta es la tasa más baja de cualquier otra región del mundo y no es suficiente para generar prosperidad. Muchos hogares están bajo presión porque los beneficios sociales están disminuyendo y los salarios aún no han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.
El bajo crecimiento persistente no es sólo una estadística económica sino también un obstáculo para el desarrollo. Esto conduce a una reducción de los servicios públicos, menos oportunidades laborales, caída de los salarios y un aumento de la pobreza y la desigualdad. Cuando la economía se estanca, el potencial humano es limitado.
Debemos actuar con decisión para ayudar a América Latina y el Caribe a romper este ciclo”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Los factores detrás de estas cifras incluyen bajos niveles de inversión y consumo interno, altas tasas de interés y elevados déficits presupuestarios, la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre sobre las perspectivas de socios clave como Estados Unidos, China, Europa y otros países del G7. Un escenario global desfavorable, marcado por tensiones geopolíticas, interrupciones del tráfico en el Canal de Suez y El Niño, podría dañar aún más las perspectivas regionales.
Gestionar bien la inflación es un punto