Las principales luchas contra la dictadura de Trujillo y sus remanentes se dieron principalmente en la región sur de la capital, en los barrios burgueses, Ciudad Nueva, Gazcue, San Antón, San Miguel, San Lázaro, San Carlos y Villa Francisca, básicamente. El gobierno armado del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó también mantuvo operaciones en la llamada zona interna. Después del derrocamiento del gobierno constitucional del profesor Juan Bosch en 1963, estos barrios se convirtieron en bastiones de la lucha contra los golpistas y del retorno al régimen constitucional.
Durante la epidemia del 24 de abril de 1965, fueron de los primeros en salir a las calles en apoyo al levantamiento, ocupando el canal de televisión oficial Radio Televisión Dominicaine, también ubicado en Villa Consuelo, y exigiendo armas para el pueblo. Fueron los primeros en hacerse cargo de varios equipos de policía. También te puede interesar: La Provincia de San Juan nació el 19 de abril Fueron hombres y mujeres de las cercanías de la Zona Norte quienes llevaron el mayor número de combatientes portando machetes, cuchillos, piedras, palos, bombas molotov y varios viejos rifles y carabinas Mauser Cristóbal hasta lo alto del Puente Duarte los días 26 y 27 de abril.
para detener a las tropas del llamado Centro de Entrenamiento de las Fuerzas Armadas (CEFA), al mando del coronel Elías Wessin y Wessin, que planeaban ocupar la ciudad para establecer allí un régimen militar. Fue en los distritos del norte, tras el establecimiento del llamado cerco de seguridad que divide la ciudad en dos partes, impuesto por el ejército yanqui tras el desembarco de este histórico 28 de abril; donde se produjeron los enfrentamientos más encarnizados entre tropas de todas las fuerzas militares y policiales. Se trata de barrios de la región norte entre los que se encuentran Gualey, Los Guandules, La Cañita, Ensanche Espaillat, 24 de Abril, El Simón Bolívar, 27 de Febrero, Ensanche Luperón, Capotillo, Villas Agrícolas, Villa Consuelo, Villa Juana, María Auxiliadora, Ensanche.
La Fe y Cristo Rey, donde más se combatió al régimen balaguerista durante 12 años, fueron quienes más sacrificio, sangre y muerte aportaron para lograr el espacio democrático en el que hoy vivimos los dominicanos. Hombres y mujeres de ciudad Pero son mártires anónimos, hombres y mujeres humildes, sin nombres pomposos y sin nombres sonoros, todos ellos pertenecientes a las clases bajas de nuestra sociedad. Son el pueblo olvidado, sus imágenes y recuerdos de su dedicación y sacrificio borrados por el tiempo.
Porque estoy relacionado con la gran mayoría de esta generación olvidada, los activistas y líderes de organizaciones de izquierda, especialmente las del MPD, al que me siento orgulloso y honrado de pertenecer; Puedo dar testimonio de las cualidades humanas, la honestidad, el espíritu de sacrificio y la valentía de casi un centenar de estos buenos camaradas que cayeron en la lucha por una sociedad más justa e inclusiva; y hoy nadie los recuerda, salvo el compañero Flavio Suero, que fracasó en la lucha estudiantil por un mayor presupuesto para el USD, y a quien homenajeó el inolvidable Amín Abel Hasbún, nombrado en la organización estudiantil del partido, el Frente, con el nombre de Flavio Suero Estudiantes. (FEFLAS). Los hombres y mujeres, debido a su estatus de clase, permanecieron en el anonimato.
Quién se acuerda de Luís Manuel Naut, Juan Castro Arias, Cristino María Liriano Genao, Dotel Taveras, Santiago Félix Carrasco, Rubén Santana y Santana, Juan B. Polanco (Memelo), Héctor Heredia (Cirineo), Félix Martín Espinosa (Cunene), Héctor de la Rosa, Rafael Montilla (Jualimoni), Ángel Rincón, Mario Rosa (Chachín), Cecilio Payano (Blanco), Orlando Martínez Corporán, José Ramón Sánchez, Catalina Ortiz, Mirtha de los Santos, Carlos M. Castillo, Andrés E.
Gómez Castillo, Julián Parahoy, Clemente Frías, Germán de la Cruz Mateo, Cádido de Jesús Heredia, Marcial Emilio Valdez (Milito) y muchos otros cuyos nombres ya no vienen a la mente después de más de medio siglo. Se trataba de hombres y mujeres que, debido a su estatus de clase, permanecían anónimos y, peor aún, olvidados. Por estas y otras razones, apoyo y saludo la decisión y compromiso de la Fundación Maximiliano Gómez (El Moreno) para preservar la memoria histórica del pueblo dominicano, realizada el pasado 28 de mayo para conmemorar a esta generación de jóvenes caídos.
Y hago un llamado a viejos y nuevos luchadores por la libertad y la independencia de nuestro país a participar y apoyar esta buena iniciativa, asistiendo al acto que se realiza en homenaje a nuestros héroes y mártires caídos durante los 12 años sangrientos de gobierno. Por Joaquín Balaguer. .
Se llevará a cabo el domingo 28 de abril en el Parque Duarte con Pedro Livio Cedeño, a las 10:00 horas.