WASHINGTON, 10 abr (Reuters) – Donald Trump pidió el miércoles al Congreso que ponga fin al controvertido programa de vigilancia interna de Estados Unidos, complicando así las perspectivas de una propuesta de enmienda que podría pronto se someterá a votación en la Cámara de Representantes. El expresidente republicano dijo que el Congreso no debería prorrogar partes de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) que expiran el 19 de abril y permiten a las fuerzas del orden analizar montañas de datos, enormes datos recopilados por el aparato de inteligencia estadounidense sin la aprobación previa de un juez. A estas disposiciones se oponen los republicanos progresistas y los demócratas de izquierda, quienes dicen que dan al gobierno demasiado poder para espiar a sus ciudadanos.
Están presionando para obtener permiso judicial para acceder. Un tribunal estadounidense dictaminó el año pasado que el FBI realizó 278.000 búsquedas inexactas en la base de datos durante varios años. Trump, que está desesperado por recuperar la Casa Blanca contra el presidente demócrata Joe Biden en las elecciones del 5 de noviembre, dijo que la ley fue utilizada ilegalmente para espiar su campaña sin dar ninguna prueba.
FUE USADO ILEGAL CONTRA MÍ Y CONTRA MUCHOS OTROS, escribió en las redes sociales. Trump tiene una enorme influencia entre los legisladores de su partido. Su oposición destruyó un acuerdo bipartidista sobre inmigración a principios de este año.
Los funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia dicen que el programa ha desempeñado un papel clave en el tráfico de drogas, las amenazas extranjeras a la ciberseguridad y la delincuencia transfronteriza. El director del FBI, Christopher Wray, dijo el martes que los funcionarios no se harían ningún favor a sí mismos si tuvieran que comparecer ante un juez antes de utilizar los datos. ‘Puedo asegurarles que ninguno de nuestros oponentes se está reprimiendo o atando sus manos’, dijo a la Asociación de Abogados de Estados Unidos.
Los partidarios del proyecto de ley respondieron con reformas superficiales que dejaron el proyecto de ley básico prácticamente sin cambios. Trump ha estado en desacuerdo con las agencias de inteligencia estadounidenses desde que el FBI investigó su campaña presidencial de 2016 por posibles vínculos con la inteligencia rusa. En 2019, el Departamento de Justicia concluyó que la campaña de Trump no se coordinó con Rusia, pero también encontró que ordenó a los funcionarios que obstruyeran la investigación.
(Reporte de David Morgan, Raphael Satter y Moira Warburton en Washington; reporte adicional de Katharine Jackson; escrito por Andy Sullivan; edición en español de Ricardo Figueroa)