El magnate neoyorquino utilizó el mes pasado el concepto de baño de sangre para advertir de las consecuencias, obviamente económicas, que se producirían si perdiera las próximas elecciones, lo que provocó el rechazo de los demócratas, que acusaron él de promover la violencia. Durante una comparecencia en Michigan, estado clave en las elecciones de noviembre, Trump afirmó hoy que la llegada de inmigrantes bajo la administración Biden es una amenaza de arruinar el país. Lea: Trump vende Biblias y pide donaciones para coincidir con Semana Santa Estoy ante ustedes hoy para denunciar el baño de sangre de Joe Biden en la frontera, de eso se trata, dijeron los republicanos, acusando a los demócratas de intentar desinformar mientras usaban la palabra baño de sangre en marzo.
Después de revisar varios casos de asesinato presuntamente cometidos por inmigrantes ilegales, Trump dijo que no se trataba de personas sino de animales. El republicano prometió a los votantes que habría seguridad si regresaba a la Casa Blanca, mensaje por el que le aseguró el apoyo positivo de las amas de casa de los suburbios. El expresidente también dijo que si perdía las elecciones de noviembre, Estados Unidos ya no existiría y estas serían probablemente las últimas elecciones celebradas en el país.
No es la primera vez que utiliza este tono contra los migrantes, a quienes anteriormente llamó no personas y los acusó de envenenar la sangre de Estados Unidos. Trump, que ganó las elecciones de 2016 tras prometer construir un muro en la frontera con México, volvió a poner la migración en el centro de su campaña, que se ha convertido en el tema de mayor preocupación para los votantes, según las últimas encuestas. La administración Biden ha hecho retroceder las políticas de Trump que facilitaban rechazar a los migrantes e implementó programas de autorización humanitaria para personas de ciertos países, al tiempo que limitó las solicitudes de asilo en la frontera.
Más de dos millones de personas fueron arrestadas el año pasado por cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos.