Maruja Mallo (Viveiro, Lugo, 1902 – Madrid, 1995) se dedicó a romper el Techo de Cristal: de cuando Fue uno de los de Las Sinsombrero inicialmente en vender un cuadro a André Bretón. Pero sólo veinte años después de su muerte su nombre llegó literalmente al cielo. Desde entonces, salvo que la pandemia lo impida, lo ha hecho todos los años. La última vez, el 22 de mayo, cuando la sonda MaruMaSAT VI ascendió 12 km desde la Ciudad de la Cultura de Galicia, en Santiago de Compostela, hasta el borde de la estratosfera y aterrizó dos horas después en Vega de Valcarce (muerte). Nunca antes una de las cápsulas que llevan el nombre del artista había superado los límites geográficos de Galicia. Este es el último paso en la carrera hacia las estrellas de NOSA, la Agencia Escuela Gallega de Espacio
Sin embargo, para llegar más lejos o más alto -ya hay sondas que alcanzan los 35.000 metros de altitud- no es asi. el principal objetivo de NOSA, nombre similar al de NASA pero que en gallego significa nuestro. En definitiva, el objetivo del proyecto es “llevar un modelo colaborativo a las aulas mediante el diseño y construcción de una cápsula estratosférica que, durante el tercer trimestre de cada curso, realice un vuelo suborbital”. Hoy en día, NOSA cuenta con seis centros educativos, pero las semillas de la agencia se plantaron hace diez años en el IES Maruxa Mallo, en Ordes. Por eso los experimentos de lanzamiento espacial siguen llevando su nombre.