LAS VEGAS, NEVADA (EE.UU.).- Eso es todo. Esta es la frase que pronunció Jesucristo cuando estaba en la cruz, crucificado. La declaración de nunca borrar de la Biblia se volvió a cumplir la madrugada de este domingo en la ciudad de Las Vegas, Nevada (EE.UU.), con la victoria del Canelo Álvarez -derrotando- a su compatriota Jaime Munguía.
El mexicano, que elevó su récord profesional a 61-2-2 con 39 victorias por nocaut, mostró buenas cualidades técnicas y mostró aún más su orgullo una vez más. Con esta victoria, también reconfirmó su título (absoluto) de peso súper mediano, que cuenta con el aval de cuatro rentables organizaciones del boxeo (Consejo Mundial de Boxeo, Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo). Esta es la cuarta defensa de este cinturón de las 168 libras, que ganó en noviembre de 2019 en una pelea celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York.
En esta ocasión eliminó al británico Rocky Fielding en cuarta ronda. Con la contundente victoria de Canelo Álvarez se cumplieron las predicciones de los expertos de que el cuatro veces campeón mexicano ganaría por todos los medios. Sufrió la primera derrota de su carrera profesional (su récord actualmente es de 43-1 con 34 victorias por KO), hizo todo lo posible para neutralizar el fuerte ataque de su oponente, quien no dejaba de lanzar golpes.
Parecía que Munguía perdería el partido eliminatorio, como vaticinaban algunos analistas, pero aguantó valientemente -con gran honor- para terminar el acto de pie. En el cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo round, Canelo Álvarez quedó casi solo. Aunque fue colocado en la lona en el 4to asalto, con una combinación perfecta de recta corta y gancho a la mandíbula, se levantó luego de que el árbitro Thomas Taylor contó 8 segundos de defensa.
Munguía tuvo algunos momentos positivos e incluso empujó varias veces a Canelo contra las cuerdas, propinándole puñetazos, pero no fue suficiente para evitar una amarga derrota.