Arrestos masivos y represión han detenido las protestas estudiantiles en universidades estadounidenses contra el genocidio de su pueblo por parte del gobierno israelí. Palestina se extendió como la pólvora por todo el territorio. Los centros universitarios más prestigiosos de Estados Unidos no sólo tuvieron que suspender temporalmente sus operaciones sino que también pidieron a las autoridades públicas que intervinieran para desalojar los campamentos universitarios instalados por estudiantes.
El movimiento alcanzó tal magnitud que el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, principales candidatos a las elecciones estadounidenses, tuvieron que pronunciarse. Puede leer: Presidente del ADP: Apuesta el cinturón También podemos condenar un movimiento que ha cruzado el Atlántico con una carga que podría volverse popular. Los estudiantes no sólo condenaron el genocidio sino que también exigieron, como en el caso de la Universidad de Columbia, que el gobierno cortara los vínculos con las empresas israelíes.
Este estallido estudiantil es una sonora señal de alarma para Estados Unidos y otras potencias sobre la necesidad de acelerar la intervención para lograr al menos un alto el fuego en la Franja de Gaza y evitar nuevos ataques como los que declaró Israel en Rafah.
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