Salud

La oftalmología dominicana en el siglo XIX

caruri 694.png
caruri 694.png
Fue muy notorio cuando se reabrió la Universidad y se establecieron mejores condiciones en los hospitales.

Luego de la Constitución de la República Dominicana, llegó el momento de la organización, tanto de Pedro Santana como de Buenaventura Báez, que poco a poco transformó el país, así como a nivel de salud, donde se mejoró. Fue muy notorio cuando se reabrió la Universidad y se establecieron mejores condiciones en los hospitales. En esta época del siglo XIX se destacan el Dr.

Basilio Iñiguez, el Dr. Emeterio Betances, el Dr. Julio Lyon y luego, a finales del siglo XIX, el Dr.

Wenceslao Medrano. Las crónicas de esa época también mencionan al oftalmólogo cubano Alfredo Morales, quien se radicó en Santo Domingo en 1870, en la Clínica Cano, ubicada en la Plazoleta Las Mercedes. Durante los primeros años de la República, de 1844 a 1861, los conocimientos médicos eran muy limitados, limitados a las enfermedades externas del ojo, poco estudiadas, aunque era posible la ceguera gonocócica, la inflamación de ojos y uñas (pterigión) y las cataratas.

Había un médico famoso llamado Joaquín el Ciego, residente en el Cibao, que curaba enfermedades de los ojos con un agua especial. Este personaje está ciego debido a una conjuntivitis gonocócica. Varios médicos extranjeros de Cuba y Venezuela realizaron cirugías oculares, aunque la primera cirugía a la que nos referimos fue realizada por el Dr.

Pedro Delgado en 1851 a un paciente llamado Lorenzo Jirón. ¿Quizás inclinó la lente, incluso si los manuscritos de la época mencionaban a Dorviel? Esta fue probablemente la cirugía propuesta por Daviel en 1756.

Recordemos que en aquella época no existían anestésicos ni antisépticos. Y en 1859 aparecieron las publicaciones del Dr. Basilio Iñiguez recomendando la cirugía oftálmica.

El Dr. Iñiguez dijo que realiza cirugía ocular todos los días. Según las referencias, la extracción se realiza inclinando, presionando o dilatando la cápsula.

Es posible que todos los métodos sean variaciones de la técnica de Daviel. Según Moscoso Puello, la cirugía se realiza con el paciente sentado o acostado. El día antes de la cirugía, se frotan los párpados con extracto de belladona para dilatar las pupilas.

Luego se utilizó la técnica de mojar un trozo de papel con sulfato de atropina al 1% colocado debajo del párpado. Se cubre con una venda húmeda y débil para evitar que el cristalino dislocado se mueva nuevamente. Poco se sabe de los fármacos que se utilizaban en aquella época, aunque se importaban una gran cantidad de preparados extranjeros, algunos con nombres muy curiosos como el jarabe de pecho de café árabe del Dr.

Delangriener, utilizado para tratar enfermedades pulmonares, basta preguntar. Esto debe haber cansado al paciente. El periódico El Universal de Santo Domingo informó en 1872 que en la farmacia dominicana recibían: vasos de vidrio de alta calidad, los llamados vasos conservadores, baños de vidrio para los ojos con la imagen de un irrigador y leche antipirética excelente.

Aunque parte de la información recopilada es algo contradictoria, parece que el primer dominicano que estudió oftalmología fue el Dr. Julio José Lyon, nacido en 1849, graduado en 1887 en París y doctorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de París. .

Obtuvo su certificado de ejercicio el 20 de agosto de 1888. Se instaló en el número 18 de la calle Las Mercedes, donde también ejerció como dentista, según algunos documentos que hemos consultado. Allí asesoró por poco tiempo, ya que se radicó en La Habana, donde ejerció hasta su muerte en 1949.

Una larga vida, durante la cual alcanzó muy diversos títulos como Caballero de la Legión de Honor, Oficial de la Academia Francesa, Medalla de Oro de la Cruz Roja Española, entre muchas otras.

TRA Digital

GRATIS
VER