Mañana 30 de mayo coincide con la Fiesta del Corpus Christi, aniversario 63 de la ejecución del Virrey Rafael Leónidas Trujillo, para los dominicanos un día especial que marca el final de uno de los más vergonzosos. días y capítulos oscuros en la historia del país y el comienzo de una era de libertad e instituciones en evolución que aún se están construyendo.
Cuando el dictador llegó al poder en 1930, se estableció un régimen de terror, con reglas y medidas estrictas. censura y control absoluto de la población. Gobierna el país según su voluntad, que incluye cultarse a sí mismo y a su familia.
Sus políticas son crueles y ejecutables: asesinar a todos aquellos que se oponen a su régimen, enriquecer a sus aliados y apropiarse de la riqueza de la nación; mientras se intenta dar al mundo exterior una imagen de supuesto progreso y prosperidad, mientras se empuja a la población al atraso y la pobreza.
Incluso hoy, por ignorancia y en algunos casos por conveniencia, todavía existen aquellos que recuerdan estos años de tiranía con confusa nostalgia e incluso evocan la necesidad de una figura de tal estatura y estatura, se dice, que trae ‘orden en la casa’
Sí, eso siempre ha sido cierto. . Hoy en día se están violando los derechos humanos básicos y vivimos en una sociedad de injusticias y privilegios y de personas que entienden que la muerte de un tirano no es suficiente.
Es obvio que no es lo mismo que la sociedad del 30 de mayo de 1961 y desde entonces, el pueblo dominicano no ha cejado en la lucha por el valor pleno de las libertades públicas y la consolidación de las instituciones. La larga y oscura noche del trujillismo, de los perseguidos, torturados y asesinados, sirvió para reafirmar la inalienable vocación de libertad del pueblo dominicano, porque fue también un acto de justicia revelar el homenaje al sacrificio de los héroes y mártires que sacrificaron sus vidas. para conseguir el espacio, limitado para algunos, del que actualmente nos beneficiamos.