Argentina. España condena la declaración de Javier Milei: «Tomaremos las medidas adecuadas»
Uno de los delegados firmados por Javier Milei en la carrera presidencial se volvió viral en las redes sociales de la asociación, principalmente por una foto y por ser una persona influyente quien también es político. Se trata de María Celeste Ponce, cabeza de lista de delegados nacionales del espacio libre en Córdoba. Su tuit, en el que aparecía junto a la bandera argentina y la frase: «Qué lindo tener la bandera argentina en mi oficina», superó el millón de reproducciones.
María tiene 35 años y Nacida en Huinca Renancó, es una de las personas de confianza de Milei, como lo demuestran varias fotografías juntas. Se identifica a sí mismo como antifeminista, provida y anticomunista. Se describe a sí misma como una “pequeña empresaria e inversionista”.
Estudió derecho en la Universidad Nacional de Córdoba y se encuentra en la etapa final de sus estudios, como señala en sus redes sociales, dejando claro que ya sólo queda presentar tu tesis. Como emprendedora, fundó en 2017 “Celeste Cielo”, un negocio local enfocado en diseño gráfico, pero lamentablemente tuvo que cerrar debido al impacto de la pandemia.
Actualmente se desempeña como asociada en QBB, donde se enfoca en proyectos relacionados con software y aplicaciones móviles, colaborando con el equipo especializado en tecnologías de la información.
Así como ella misma explicó por qué se volvió cercana a Milei: «Porque cuando compartíamos contenido relacionado, luego hablamos de otros temas y con el tiempo me empezaron a interesar sus ideas y comencé a apoyar oficialmente a Pumas Libertarios”, enfatizó
“Javier quería que fuera lo más natural posible, por eso lo hicimos. no le des mucho aviso. Es impresionante, tanta gente quiere tomarse fotos con él que realmente no puedes caminar. Tiene una personalidad única y la gente lo ve como genuino y honesto y eso no es justo para los jóvenes. No es que no quiera hablar con los periodistas, no tiene tiempo. Javier nunca te pedirá nada, sabe lo que pienso y me dijo: “No te queda nada que hacer”, me explicó.