Economicas

Saber perder

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En elecciones libres y soberanas, donde gana el soberano, es decir el pueblo, que obtiene más votos.

Una persona democrática que no sabe perder no es una persona democrática. ¡Simple como eso! En el juego de la democracia, la minoría obedece a la mayoría.

¡Simple como eso! La mayoría gana, la minoría pierde. ¡Simple como eso!

En elecciones libres y soberanas, donde gana el soberano, es decir el pueblo, que obtiene más votos. No aceptar o negarse a seguir la voluntad del pueblo significa perder. ¡Y quien no sepa perder no debería jugar!

He perdido muchas batallas, tanto en política como en el amor. En todos los casos, sé perder con dignidad y resiliencia. Las elecciones de las próximas 19 ciudades parecen haberse decidido en base a los resultados de todas las encuestas publicadas hasta la fecha: Gallup, quizás la encuestadora más prestigiosa del país, le da al presidente Luís Abinader poco más del 60%, Leonel Fernández, el 24,6% y los candidatos del PLD sólo el 11,1%.

RDelect le da al presidente 64%, Greenberg, 58%, ABC, 64.8%, Mark Penn, 57%, ACD Media, 61.5%, Centro Económico Cibao, 66.5, Grupo de Medios Panorama, Status Quo, de Miguel Medina, 68.28%. Como vemos, no hay manera, ningún secreto, como el que dice tener el expresidente Fernández, que le permita ganar las elecciones. No hay posibilidad, absolutamente ninguna, de que el PRM, que tiene casi el 55%, pierda la elección con un candidato como Abinader, que tiene casi el 70%.

¡Simple como eso! Me pregunto ¿qué hay detrás del secreto de Leonel que sólo contó después de las elecciones, cuando ganó? No lo sé.

Eso es secreto. Mejor conservado. Sólo él lo sabe.

Y él dijo que no lo diría. En 1996, el líder José Francisco Peña Gómez, cuando le robaron las elecciones con la complicidad del Partido de la Liberación Dominicana y sus principales dirigentes, evitó un baño de sangre. El colosal fraude perpetrado por el Partido Reformista ha quedado demostrado y demostrado aún más.

Peña Gómez finalmente cedió y evitó un levantamiento de terribles consecuencias. En 2012, el PLD, liderado por Danilo Medina, se robó las elecciones. El fraude ha quedado aún más demostrado.

Sin embargo, Hipólito Mejía no llamó al pueblo a rebelarse. Evitó otro baño de sangre. Al expresidente Mejía le bastó con llamar a la gente a salir a las calles para incitar al país a un cierre civil.

No lo ha hecho. Dentro del PRD siempre hay una dirección responsable que antepone los intereses del pueblo a los propios, sacrificándose incluso para evitar el sufrimiento. La historia del PLD está llena de inconformidades, engaños, fraudes, violencia y acusaciones infundadas que nunca han podido probar.

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