Debo tantas cosas que no tengo suficientes domingos en el año para pagarlas. No soy bueno para decir no a mis amistades, aunque mi esposa muchas veces me dice que a veces soy un poco tacaño con las compras, pero cuando se trata de escribir suelo ser generoso. Un amigo me preguntó por qué no escribo más sobre Cuba, mi país.
El emigrante nunca deja de sentir por su tierra, pero el tiempo llena su estómago de experiencias nacionales que quedan en el comunicador cubano que siempre seré. Cuando aparezca este artículo será día de elecciones y me pregunto cuántas personas estarán interesadas en conocer las fiestas cubanas que se celebran en Santo Domingo. Pero creo que se lo debo a mis conciudadanos de la República Dominicana.
En definitiva somos herederos de la misma situación rodeada de agua por todos lados llamada Antillas Mayores y por eso apoyo la mía. Me alegró saber que las actividades mensuales se realizan en un bar de Quisque capital. En el transcurso de unas horas, sus protagonistas se transforman en personajes que León Tolstoi habría situado en alegres celebraciones dignas de una obra como Anna Karenina.
Todo se siente real pero a la vez irreal, la nostalgia se desvanece en un torrente de música salsa y regresa al día siguiente cuando pienso en mis padres, mi abuela y nuestro reencuentro. Me metieron en un grupo de WhatsApp llamado Fiesta Cubana en República Dominicana. El nombre me recuerda a una novela que leí hace mucho tiempo en la isla, se llama La fiesta de la Vigilia de Antonio José Ponte, aunque esta y la otra no tienen mucho que ver, oh sí.
! El grupo es muy colorido y generalmente prevalece el deseo de ayudarse unos a otros, por parte de migrantes que conocen el significado de la palabra asere. El 17 de mayo hubo una gran velada en Cuba.
Otra fiesta en República Dominicana marcada por la música de Leony Torres, Charanga Habanera, Compay Segundo, Lenier Mesa, Celia Cruz, Willy Chirino, con sabores de congris, yuca con mojito, filete de cerdo, tostadas y ensalada de cerveza. Mi abuelo me decía que los cubanos se conforman con poco y es cierto. Quería venir con mi esposa holguinera a estas celebraciones para hablar de José Ángel Buesa, el gran poeta de mi provincia de Cienfuegos, fallecido en Santo Domingo en 1982.
Buesa, si todavía estuviera vivo, le habría escrito un poema. Actualmente estoy leyendo en este periódico un artículo sobre los pescadores de Bacuranao, escrito por otro escritor cubano que decidió morir en la tierra a la que tanto le debemos.