Economicas

Gasto corriente superior a ingresos: futuros dominicanos

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Periódicamente, diversos organismos multilaterales señalan que el gasto público en República Dominicana está por debajo del promedio regional.

Periódicamente, diversos organismos multilaterales señalan que el gasto público en República Dominicana está por debajo del promedio regional. Sin embargo, la ejecución del gasto ha aumentado significativamente a raíz de la pandemia. En 2019, el año anterior al brote, el gasto público representó el 16,3% del PIB; en 2023, alcanzará el 18,8% del PIB, un aumento de 2,5 puntos porcentuales del PIB.

El aumento del gasto público no va acompañado de un aumento compensador de los ingresos. En 2019, los ingresos totales ascendieron al 14,5% del PIB. Para 2023, habían aumentado hasta el 15,7% del PIB (incluidos los anticipos fiscales y otras fuentes puntuales, lo que reduce la recaudación futura). Durante este período, los ingresos aumentaron 1,2 puntos porcentuales del PIB, sólo la mitad del aumento del gasto público durante el mismo período. Esto hace que el déficit presupuestario se vuelva cada vez más grave hasta alcanzar el 1,2% del PIB en el período 2019-2023.

Lo anterior ha provocado una situación sin precedentes en las finanzas públicas: los ingresos del gobierno no son suficientes para cubrir los costos actuales. Es decir, el gobierno se endeuda para pagar gastos corrientes como intereses, nómina pública y transferencias corrientes, entre otros. Tomando datos del Balance Presupuestario Anual publicado por la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), vemos que este fenómeno nunca ha ocurrido entre 1990 y 2019. Durante estos 30 años, la deuda se firmó contrato para cubrir parte del gasto de capital.
El hecho de que los gastos corrientes sean superiores a los ingresos se puede explicar en 2020 por la situación provocada por la pandemia cuando los ingresos disminuyeron debido al cierre forzoso de las actividades económicas. Además, es necesario aumentar el gasto en salud y protección social. Asimismo, en 2021, importantes subsidios a los combustibles y ciertos insumos agrícolas, destinados a minimizar la inflación, mantendrán el gasto corriente por encima de los ingresos.
Sin embargo, en 2022 y 2023, la deuda persistirá, sugiere una parte del gasto corriente. una caída del gasto público. Además de las implicaciones para la calidad del gasto, un punto importante puede ser el siguiente: las futuras generaciones de dominicanos honrarán las deudas contraídas hoy para pagar los gastos de los que no se beneficiarán. Cuando la deuda pública se utiliza para gastos de capital (construcción de carreteras, puentes, metros, proyectos agrícolas, represas, acueductos, etc.), debido a que lo que se construye tendrá una vida útil de algunas décadas, las generaciones actuales y futuras se beneficiarán de estos proyectos. .

En este caso, la deuda tendría una causa justa: si varias generaciones se benefician de un proyecto de inversión, no sería injusto que varias generaciones paguen los costos. Esto es mediante el reembolso del capital y deuda. preocuparse. Si el dinero prestado para financiar gastos actuales no genera capital físico o humano, entonces los dominicanos del futuro tendrán que pagar por algo que no necesariamente genera ganancias. No hay duda de que este fenómeno debe ser tenido en cuenta de cara a la reforma tributaria que se cree podría implementarse en las próximas semanas.

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