Los sufijos /-ero, -era/ tienen 4 funciones convergentes en la formación de palabras. El primero da lugar a sustantivos que denotan oficio, profesión, oficio o cargo, como ingeniero (persona con título de ingeniería), jornalero (asalariado, braro), librero (vendedor de libros), zapatero (alguien que fabrica o vende zapatos), carpintero (carpintero), campanero (alguien cuyo trabajo es tocar campanas), jardinero (alguien que mantiene y cuida el jardín), vendedor de billetes (que vende billetes de lotería), agricultor de algodón (que cultiva algodón. (En cada caso, al menos gramaticalmente, el sustantivo tiene una terminación femenina -era: ingeniero, zapatero, pero en realidad, todas estas ocupaciones no las desempeñan mujeres.
El segundo uso de este sufijo es que También nos permite crear derivados utilizados para referirnos a objetos o utensilios. Volvemos a la categoría nominal (categoría pequeña incluye: bolsa de dinero, tarjeta). Cuando se refiere a una ocupación, puede ser masculina o femenina: Su madre es una billetera y. su papá es una billetera. Pero si se trata de un contenedor de dinero, la masculinidad sería más apropiada. En el español dominicano se utiliza mucho esta palabra femenina. Por ejemplo: no entré al sitio web porque olvidé mi billetera.
Un perchero es un conjunto de perchas. Así llamamos al lugar del armario donde cuelgan las perchas. Por cierto, ¿qué pasa con el vestuario? El Diccionario Académico tiene seis acepciones, sólo la quinta corresponde al uso de la palabra en español dominicano: armario o cuarto donde se guarda la ropa. En este sentido, sólo está permitido para uso masculino.
En otro sentido, el vestuario se utiliza tanto para la masculinidad como para la feminidad. Veamos: m. y F Vendedores de ropa confeccionada.2. Abuelo. y F La persona responsable de cuidar la vestimenta de la comunidad.3. Abuelo. y F Zagal fue a comprar ropa para el pastor.4. Abuelo. y f Responsable de la leche de queso del establo de oveja.
Perchero La voz masculina es sinónimo de clavija, definida como una habitación con perchas, es únicamente masculina. En cambio, la palabra clave, llave, se utiliza en ambos géneros al referirse al responsable de guardar las llaves de un lugar, pueblo, iglesia, edificio, prisión, tesoro, etc. y en general ser abierto y cercano a ellos, como dice el diccionario. En otras palabras, recoger llaves es una profesión.
Sin embargo, sólo será masculino cuando se refiera a un artículo, generalmente un anillo de metal o una pequeña billetera, que contiene la llave. Para un cenicero con voz masculina, nombre la caja que contiene colillas y residuos de cigarrillos.
Al igual que una llave proviene de la palabra latina «clavis», algunas voces en español tienen una relación semántica con esta palabra conserva la raíz «clav-«, como ocurre con keyholder, ra, sinónimo de keyring, keyholder, porque se refiere a la persona que posee la llave.
De Sugar Bowl, Sugar Bowl, como adjetivo, es algo perteneciente o relativo al azúcar (ingenio, industria azucarera). Lo mismo aplica si se trata de alguien que se dedica a producir azúcar. Sin embargo, el recipiente para servir este producto en la mesa es exclusivamente masculino: el azucarero. Lo mismo ocurre con un salero, como un plato, siempre es masculino.
La tercera función de -ero es formar palabras que indiquen un lugar donde algo abunda o está estancado. Es el caso de hormigueros, basureros, nidos de avispas, bebederos, comederos, ceniceros.
La cuarta función crea voces para nombrar plantas y huéspedes principalmente: palmeras, limoneros, higueras. . moreras, cocoteros, albaricoqueros, melocotoneros. Hasta el próximo domingo.