La transición energética significa pasar de sistemas de generación de electricidad basados en la quema de carbón mineral, minas de derivados del petróleo y gas natural, conocidos como combustibles fósiles, a una realidad alternativa en la que los combustibles limpios y las fuentes renovables como el agua, el sol, el viento, la biomasa y otras predominan o participan en mayor medida.
En República Dominicana, la transición energética ha tenido su mayor aceleración e impacto bajo el actual gobierno, avanzando. de una capacidad de generación procedente de fuentes renovables de 555,5 megavatios en 2020 a otra capacidad de 1.126,25 a finales de 2023. Esto representa un crecimiento de más del 103% en tres años.
Actualmente, más de 103%. Se están construyendo 1.300 megavatios en proyectos fotovoltaicos en diferentes puntos del país.
De 9 a 1 de la madrugada se populariza el uso de energías renovables. El ingreso al sistema supera el 35% con -unos- 890 megavatios.
La creciente participación de fuentes de energía limpias contribuye a bajar los precios del mercado spot y reducir las importaciones de combustibles fósiles.
Transparencia y la reducción de demoras burocráticas por parte del Ministerio de Energía y Minas y la Comisión Nacional de Energía son claves para reactivar la inversión nacional y extranjera en proyectos de regeneración.
