MADRID, 7 de junio (EUROPA PRESS) –
Mujer de 52 años detenida el pasado martes en relación con el tiroteo de Borja Villacís está pendiente de comparecencia en el juzgado de la capitalina Plaza de Castilla y será entregado al juez de guardia en las próximas horas, informan a Europa Press fuentes judiciales.
Otros dos detenidos esperan en el juzgado de celda de al juzgado de Illescas a declarar ante otro juez tras ser detenido el pasado miércoles en la localidad de Juncos (Toledo) y atendido por otro atestado policial.
Cuando podamos esperar, el juez de protección de Madrid (de 38 o 42) y de Illescas quedarán impedidos de favorecer al Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, donde el propietario fue el encargado de levantar el cadáver el pasado martes e investigar los hechos ocurridos. Los detenidos fueron María José E.J., mujer de 52 años y nacionalidad española, se encontraba trabajando en un lavadero de coches en la Plaza Elíptica de Madrid después de ser filmada cambiando su matrícula junto a un solar en la carretera de Fuencarral. en Pardo minutos después del asesinato.
La policía demostró que conducía este auto, un BMW que sufrió abolladuras en la escena del crimen y le explotaron los airbags. En campo abierto se le vio con otros dos jóvenes, a quienes María José había llevado en el auto hasta la escena del crimen.
Uno de ellos era un niño, Kevin P.E., de 24 años. Uno de los que disparó contra Borja y su amigo Luis F.A., español de 27 años, aún se recupera en el hospital de la Fundación Jiménez Díaz, de heridas de bala. Los disparos en la cabeza no son mortales. Esta persona aportó información muy relevante a la policía sobre el caso, pues su vida no corría peligro.
Kevin fue detenido ayer por la tarde en Juncos (Toledo) junto a su amigo Ismael E.I.V. Según las mismas fuentes, como ciudadano de origen marroquí, de 24 años, pretendía cambiar su lugar de refugio en ese momento. La policía cree que fue el otro tirador del martes, pero no lo han exculpado del todo.
Por este motivo, y por falta de cooperación en los informes, se remitieron a la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La policía comparó huellas dactilares. , pruebas de ADN y declaraciones de testigos recopiladas, así como imágenes de cámaras de seguridad. También serán de vital importancia los mensajes en sus teléfonos móviles y su ubicación en el momento del hecho y posterior fuga.
Por este motivo, la investigación sigue abierta ya que Ismael no podría haber actuado solo como cómplice y por tanto seguiría siendo uno de los asesinos detenidos. Además, queda por ver si alguien recogerá a los dos pistoleros en la zona al norte de la M-40 para llevarlos a Yuncos. Los agentes también están investigando el papel de un coche azul que circulaba detrás y que, según algunos testigos, pudo haber llevado a Luis al hospital.
Los agentes también detuvieron el miércoles a una cuarta persona, Omar, otro ciudadano de ascendencia marroquí. estaba con ellos. estaban con Kevin e Ismael en ese momento. Sin embargo, tras comprobarse que no tuvo nada que ver con el asesinato, fue puesto en libertad con los cargos que se le imputaban, tras albergar a los presuntos asesinos en la pequeña casa donde vivía con sus compatriotas.
Agentes del V Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid también están analizando cómo se produjo el hecho. Cada vez estaba más claro que Borja Villacís no sería el objetivo de los detenidos -armados con armas pesadas en lo que creían una emboscada- sino que acudiría a la reunión como mediador o acompañante de sus amigos y del clan de los Toledos debido a Problemas derivados de una denuncia contra Kevin por destrozar un coche. Pero no descartan la hipótesis de tráfico de drogas porque algunos de los implicados tienen experiencia en este ámbito.
