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Nueva York afirma tener un patrón de inmigración pero critica la falta de apoyo del gobierno federal

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A ellos ; Por otro lado, nos acusan de darles demasiado y cuanto más les damos, más vienen", explicó.

La atención prestada a todas estas personas le ha costado a la ciudad $10 mil millones adicionales de 2022 a 2025 Nueva York La ciudad se enorgullece de su modelo de inmigración, habiendo acogido e integrado a más de 200.000 inmigrantes ilegales en los últimos dos años, pero se queja de la falta de apoyo del gobierno federal de Washington, atrapado en una lógica electoral en la que la inmigración se ha convertido en un motor político. .

«Nuestra red de apoyo es mejor que la que encontrará en cualquier otra ciudad y estado, y estamos orgullosos de poder apoyar específicamente a todas estas personas, que suman 202.000, pero esa es su única carga. «Yo y no recibimos suficiente apoyo del gobierno federal», afirmó en una entrevista con Efe el comisionado de la oficina de inmigración de la ciudad, Manuel Castro.

Castro es la encarnación del famoso «sueño americano». como pocos. »: Llegó a Nueva York desde México como inmigrante indocumentado a los 5 años, y tres décadas después, tras una juventud dedicada al activismo a favor de los solicitantes de asilo, se convirtió en el máximo funcionario de inmigración en Nueva York, una ciudad «construida por inmigrantes». ,», como él mismo recuerda.

Inundar la «ciudad progresista » de inmigrantes

Hace dos años, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, diseñó una estrategia de «autobús», que incluía llenar Los enviaron con inmigrantes recién llegados de México a lo que llamaron «ciudades progresistas» con la promesa de que allí serían alojados y alimentados. No era mentira en el caso de Nueva York: una regulación de hace 50 años. exigiendo a la ciudad que no deje a nadie sin hogar.

En los meses siguientes, Nueva York declaró una «crisis humanitaria», pero ha brindado apoyo continuamente a miles de personas que llegan no solo de Texas sino también de otros estados atraídos por la generosidad que la ciudad ha mostrado hacia los inmigrantes: alojamiento para todas las personas, escuelas para menores (actualmente hay 37.000 plazas en el sistema) y costes médicos.

El cuidado de todas estas personas ha provocado La ciudad debe calcular los costos adicionales de $10 mil millones de 2022 a 2025, que la ciudad enfrenta «sin el apoyo del gobierno federal, aunque debería haber compartido la responsabilidad con otras ciudades y estados», recordó Castro.

La ciudad se vio “obligada” —según el comisario— a limitar las estancias en albergues públicos a un mes o dos, según las circunstancias, por una medida legal especial, pero garantiza que las familias con niños No será deportado bajo ninguna circunstancia
Sin embargo, y según pudo comprobar EFE en el campamento del gigante Randall’s Island. , donde se envían adultos no acompañados, la ley se aplica de forma muy flexible y hay algunos inquilinos que se quedan allí más de cuatro meses, mientras buscan permisos de trabajo pero nunca llegan

Y. Sí. que otro problema al que se enfrentan son los enormes retrasos burocráticos en la solicitud de asilo y/o permisos de trabajo, que a menudo tardan más de 12 meses y obligan a muchos inmigrantes a dedicarse a la economía sumergida, normalmente como vendedores ambulantes o comerciantes ambulantes. son personas que reparten comida en bicicleta.

Demanda insatisfecha de empleo

«El sistema migratorio no funciona – reflexión de Castro – La demanda de empleo es alta y tendría sentido Si los apoyamos con permisos de trabajo, llevamos décadas sin encontrar una solución a estos problemas, es un sistema inadecuado y la Nación «la sociedad debe actuar», enfatizó, admitiendo que la proximidad de las elecciones complica las cosas. Castro lamenta que toda la atención que se presta a los inmigrantes hoy sea víctima de dos discursos opuestos: «D Por un lado, la gente dice que no estamos haciendo lo suficiente por los inmigrantes, que tenemos la obligación moral de no abandonarlos». a ellos ; Por otro lado, nos acusan de darles demasiado y cuanto más les damos, más vienen», explicó. «Hay demasiadas divisiones políticas», cree, aunque admite que en un año electoral, la La cuestión se ha vuelto especialmente espinosa, con un candidato republicano como Donald Trump, cuyas «amenazas de deportaciones masivas han creado un enorme miedo y una gran incertidumbre», al tiempo que asegura que algunos inmigrantes no se atreven a acudir a centros médicos y comisarías por miedo a ser víctimas. siendo deportado.

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