«Tal vez si lo hubieran dejado con vida hubiera aportado algo». La denuncia fue expresada, llena de dolor y desesperación por la muerte de su hijo en un tiroteo que calificó de vulgar ejecución, por el padre de uno de los jóvenes acusados de haber atacado una sucursal del Banco Popular, desde donde partieron los agresores. fueron acusados de más de un millón de pesos y ya no se sabe dónde están ni a quién pertenecen, aunque un abogado de uno de los imputados dijo a Diario Libre que ese dinero está en manos de la Policía Nacional
Alberto Estrella Aclaró que no es un padre que apoya los errores de su hijo, pero se queja de que lo mataron en vano, sin darle la oportunidad de defenderse ni de ayudar a esclarecer los hechos en los que presuntamente estuvo involucrado. , una práctica reiterada de la Policía y sus agentes, más interesados en poner las cosas difíciles a los delincuentes que en capturarlos, interrogarlos y llevarlos ante la justicia. ¿Cómo podemos determinar cómo sucedieron los hechos si se eliminan los testigos principales, en este caso también el protagonista?
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Por eso el banco Es poco probable que los robos se pongan de moda en el país, como teme el arzobispo de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, porque la traición. La respuesta rápida del gobierno es un poderoso medio de persuasión para acabar con posibles imitadores. Acababan de descubrir que si lo intentaban, tenían pocas posibilidades de salirse con la suya, de ganar dinero con el robo, si sobrevivían al ataque y no eran asesinados cuando los policías los confrontaban. Al que debemos felicitar por su eficaz trabajo, porque su capacidad de respuesta ante este tipo de delitos nos da más tranquilidad. Y podría ser mejor, con mejores resultados, más completos y más beneficiosos para las investigaciones que realiza, si sus agentes no tuvieran la mala costumbre de disparar primero y preguntar después.
