WASHINGTON – Dos dominicanos residentes de Santiago de los Caballeros, que fueron extraditados a los Estados Unidos la semana pasada, comparecieron por primera vez ante el tribunal federal de Newark, por cargos de “estafa a adultos mayores”, por millones de dólares.
Rafael Ambiorix Rodríguez Guzmán, también conocido como Max Morgan, de 59 años, y Félix Samuel Reynoso Ventura, conocido como “Fili” y “Filly The Kid”, de 37 años, son parte de 11 dominicanos imputados en una acusación formal de 19 cargos, presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Nueva Jersey.
Después de su primera comparecencia en el tribunal ordenó la detención de ambos hombres en espera del juicio.
Según la acusación, Rodríguez Guzmán, Reynoso Ventura y sus co-conspiradores participaron en una prolongada estafa a “abuelos” o “familia necesitada de fianza” contra cientos de adultos mayores en todo el territorio de los Estados Unidos, incluidos Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts.
Se alega que tanto Rodríguez Guzmán como Reynoso Ventura trabajaron en los centros de llamadas en la República Dominicana desde donde operaba la estafa, llamando a envejecientes estadounidenses y buscando robar su dinero.
Los documentos judiciales detallan que los miembros de la conspiración, conocidos como “abridores”, llamaban a las víctimas en los Estados Unidos y se hacían pasar por los hijos, nietos u otros parientes cercanos.
Los centros de llamadas usaban tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían desde dentro de los Estados Unidos. Por lo general, a la víctima se le decía que su nieto había tenido un accidente automovilístico, había sido arrestado en relación con un accidente y necesitaba ayuda.
Una vez que los abridores engañaban a las víctimas haciéndoles creer que sus seres queridos estaban en grave peligro, otros que trabajaban en los centros de llamadas, conocidos como “cerradores” —incluidos Rodríguez Guzmán y Reynoso Ventura— supuestamente se hacían pasar por abogados defensores, oficiales de policía o personal judicial y convencían a las víctimas de proporcionar miles de dólares en efectivo para ayudar a sus seres queridos.
El efectivo generalmente era recogido por mensajeros enviados a las casas de las víctimas o enviado por correo por las víctimas bajo la dirección de los cerradores, según establece una nota de prensa de la Embajada de los Estadp Unidos.
Rodríguez Guzmán y Reynoso Ventura enfrentan múltiples cargos, incluyendo conspiración para cometer fraude postal y electrónico, conspiración para cometer lavado de dinero.
Si son condenados, enfrentan una pena máxima de 20 años de prisión por cada cargo, una multa máxima de US$250,000 por cada cargo de fraude postal y electrónico, y una multa máxima de US$500,000 por conspiración para cometer lavado de dinero.