La calificó de “empañada por una apuesta claramente ofensiva y llena de desprecio a la religión de tradición cristiana”.
Nuestra Señora de la Altagracia de Higüey, Jesús Castro Marte, expresó su disconformidad con la reciente ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos París 2024.
Según el obispo, debió ser “una gran oportunidad para tender” puentes, acortar distancias y apostar por la fraternidad, la igualdad y la solidaridad entre las personas y los pueblos” muestra en definitiva “la decadencia de una cultura que está en total decadencia, porque no sabe algo tan básico como el respeto”.
Al comienzo del juego hubo referencias a la comunidad LGBTQ+, como dos hombres besándose, una recreación de la Última Cena de una “drag queen” y la presencia de una modelo transgénero. El avergonzado obispo francés y dominicano Castro Marte se sumó a las críticas con un insultante actitud llena de desprecio por la tradición cristiana. falta de respeto por los valores cristianos, pero también refleja “un período de espiritualidad occidental decadente”.
Según él, esta separación conduce a una crisis de identidad y de valores, empujando a la sociedad al nihilismo. En sus propias palabras: “negando su origen, se abandona al abrazo nihilista de la nada”.
La declaración de Castro Marte es parte de Se creó un debate más amplio en torno a llevar las cuestiones LGBTQ+ al primer plano del evento. visibilidad. como los Juegos Olímpicos.
Algunos acogieron la medida como un paso hacia la igualdad y la representación, mientras que otros, como el obispo, lo vieron como una señal de pérdida de respeto por las tradiciones y valores establecidos.
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