Las culebras zigzagueaban en el caos. Los rumores de flores amarillas preocuparon a la joven porque el viento estaba cerca. Junto a filas verticales de capuchas moradas y rosas. Manchas de arcoíris esparcidas bajo la lluvia.
Las montañas respiran verde, huelen a pino, a trigo recién cortado. Sus lágrimas cayeron rápidamente hacia nosotros. Dar a luz en verano desperdicia ríos, arroyos y lagos.
Los ojos cansados no se cansan. Estas flores amarillas se parecen a las de las estepas bolivianas; Este verde seco y amarillento es procedente de los arrozales de Bonao; estos viñedos, como los de San José de Ocoa; estos limones, limones de los campos de Sicilia.
Vinimos a celebrar la graduación de Isaac, un homenaje a la perseverancia de su madre; y mi cumpleaños y el de Fidelio. Todos reunidos alrededor de pilaf y pasteles en Zepeda, un pequeño pueblo medieval que aún proclama la Pensión de los Caballeros.
Llegaron con mochilas de regimiento desde París, Madrid, California, Borinquen. Es la familia extensa, la familia que hemos elegido a lo largo de nuestra vida, como Arismendi y Loli, María Margarita, Lourdes y José Luis, Eveline, Michel. Es una familia que todavía existe, una familia de ideas, esperanzas y sueños que no pueden disminuir ante el creciente neofascismo de las clases medias europeas, en una Europa donde sólo España parece haber mantenido la cordura ante de solidaridad forzada con Ucrania.
Algunos hablan esperanzadamente de un “nuevo régimen multinacional” con líderes de Rusia y China. Y BRIC, un bloque con Brasil, India y otros a la cabeza.
No comparto este optimismo, porque China y Rusia no son modelos de democracia hoy en día, ni siquiera en América del Norte, donde están. Trump lo es, lo es cada vez menos. Amenaza con reelegirse y, como dictador, expulsar a catorce millones de nuestros compatriotas, a quienes acusa de todos los males de su plutocracia que representamos.
¿Qué clase de mundo somos? ¿Vas a Centennials y MILenials? ¿Y adónde se ha ido la clase trabajadora con sus gloriosas tradiciones? Hoy ha sido sustituida por jóvenes universitarios, que suelen utilizar las redes sociales como armas de organización y de guerra, como les enseñó Assange. ¿Nuestra única esperanza?
Andaluces de Jaén…Versos que nos devuelven a la realidad que vinimos a compartir: verso 87 de Fidelio, verso 77 de mí, sobre el triunfo del amor y la alegría de Michel sobre odio, competencia, celos y mentiras. ¿Verde o azul de amarillo?