Estados Unidos no tiene suficiente. Su competencia con China en la guerra de los chips sigue creciendo. Y es posible que estemos al borde de un aumento significativo de las restricciones. Según Bloomberg, Estados Unidos se está preparando para aumentar e imponer restricciones más estrictas a China, así como a todas las empresas de países aliados que cooperan con ellos.
Estas restricciones no están dirigidas solo a China. El foco de atención no es China sino Europa y Japón. Hace unas semanas, Alan Estevez, responsable de exportaciones estadounidenses, se reunió con los gobiernos holandés y japonés para explicarles estas intenciones.
La administración de Joe Biden quiere añadir 11 nuevos fabricantes chinos a la lista. limitaciones. La realidad es que dos empresas “aliadas” como ASML y Tokyo Electron están colaborando con estas empresas.
Europa y Japón están entre la espada y la pared. “No queremos que nos roben las joyas de la corona”, explica Robert-Jan Smits, rector de la Universidad Tecnológica de Eindhoven. El embajador de Estados Unidos en los Países Bajos vino a verlo para advertirle del gran número de estudiantes chinos presentes en el centro de investigación más cercano de ASML, un importante fabricante europeo de chips.
Las medidas más restrictivas que está preparando están dirigidos específicamente a Tokyo Electron y ASML, según fuentes cercanas a las discusiones.
Un concepto: FDPR. Como era de esperar, escucharemos esta palabra muchas veces. Estas siglas son “Regla de Productos Directos Extranjeros” o “Regla de Productos Directos Extranjeros”. Se trata de un concepto creado en 1959 para controlar las tecnologías importadas a Estados Unidos.
Ahora la intención del país norteamericano es aplicar esta norma al chip. Lo que se define es que si un producto se fabrica con tecnología estadounidense, el gobierno puede bloquear su venta, incluso si se fabrica en el extranjero. En efecto, una medida que supondría el poder bloquear la venta de muchas empresas.
Los aliados de Estados Unidos no están a la altura. ASML decidió no responder a esta información y Tokyo Electron aclaró que tampoco comenta sobre “cuestiones geopolíticas”. Ambos países están informados de las intenciones de Estados Unidos, pero por ahora la tendencia es no hacer declaraciones ni tomar medidas.
Esperando a ver qué sucede en las elecciones. Todas las miradas están puestas en noviembre. El futuro de esta fase de la guerra de los chips dependerá de lo que suceda en las elecciones estadounidenses. La estrategia de Biden hacia China es equivalente a la de Trump. Lo que no sabemos es si se mantendrá la misma postura en una futura legislatura o si decidiremos ir más allá.
Imagen | ASML
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