En las últimas décadas el país ha perdido a sus mejores especialistas, especialmente en el campo de la cultura. Artistas de todos los ámbitos de la vida se marchan y emigran porque los ministerios en los que podrían y deberían haber trabajado no pueden hacer nada contra las bandas mafiosas establecidas.
Los Gerentes de Recursos Humanos tienen un salario trimestral que oscila entre los setenta mil pesos y los cincuenta mil. para un conductor; o suspenden a un funcionario y le dicen “si te quedas callado te reintegramos, con un salario más alto, solo necesitamos tu salario para un año”; y la mafia de “poetas” organizados encargados de instalarse en cargos como la redacción nacional (hoy por fin en manos de una mujer seria y trabajadora), donde las publicaciones son todas fantasmas (por ejemplo, el premio literario 2023). ; o una edición de mil ejemplares se reduce a cien, y el autor no tiene forma de confirmar el fraude porque los datos de impresión no aparecen en el libro.
Ministerio de Educación y Ministerio de Cultura ( hoy también encabezado por una mujer), fueron y son víctimas de estos alegres mafiosos, que nunca se han distinguido por su amor al trabajo.
Miguel de Mena, o Miguelín es una fuente de sabiduría que puede perder debido a nuestra obstinada determinación de convertirlo en un burócrata gris con un doctorado en literatura. La grave enfermedad de su madre lo obligó a regresar y es por eso que sus enemigos aprovecharon para expulsarlo del servicio exterior donde nos honraba traduciendo constantemente sus obras y popularizando la literatura dominicana.
. Enemigo de la superficialidad, la falsa erudición y la disección caracterizan a muchos autores permisivos que intentan publicar su desgracia, Miguelín es autor de una biografía en catorce volúmenes de Pedro Henríquez Ureña, un estudioso para quien hoy es la máxima autoridad. , reconocida en Argentina, México y Estados Unidos.
Bibliografía de autores de escritoras como Amelia Francasci, Delia Weber, Carmen Natalia, Camila Henríquez Ureña, Melba Munné, Hilma Contreras, Aida Cartagena, Sandy García, Martha Rivera, Thais Espaillat, Argenida Romero, Karol Starocean y Camile Newman, hoy su editorial Cielo Naranja es referencia obligada para universidades y centros culturales. Declaré que para invitarme a ser miembro del jurado del premio nacional de poesía, el Ministerio de Cultura panameño tuvo que ir a Cielo Naranja, en Berlín, porque «no podían ubicarme aquí». Organizador de la feria mensual del libro, en parques y librerías hoy Miguelin planea regresar a Berlín. Esperemos que antes del día 16 el presidente lo salve, lo nombre para un lugar donde pueda seguir siendo útil al país.
