No hay dos ciudades en Venezuela; solo uno, sin importar estatus social, ubicación geográfica o ideología.
Por eso, en esta lamentable situación, no debe haber lugar a la confrontación entre sus habitantes, y menos aún a actitudes irresponsables e insensibles. se le permitirá florecer. . puede fomentar el fratricidio.
La solución más saludable es la que beneficia a toda la población, por lo que debemos rechazarla de plano. Las opciones inmediatas incluyen la posterior imposición de sanciones unilaterales en el extranjero. exacerbando su sufrimiento.
La historia más reciente de este país enseña que cuando las políticas patrocinadas implican embargos o aislamiento nacional, las únicas personas que sufrirán son los ciudadanos más pobres de toda la nación. clase, porque los gobernantes tienen garantizada su zona de confort y, para decirlo más claramente, los buenos dominicanos y, en pocas palabras, sus «tres calientes».
Para enfrentar la grave crisis derivada de la crisis del domingo elecciones, nos solidarizamos con las propuestas de organizaciones e individuos que solicitan evitar actos de violencia y piden un llamado a la paz.
Apoyamos la opinión de que no habrá una solución satisfactoria sin la liberación de todos los votantes registro, cuya posibilidad está abierta a quien desee acceder al presente documento y poder contrastarlos, además de que el CNE (Consejo Nacional Electoral) pone a disposición este documento sin restricciones, para quien lo solicite, los recursos del organismo que revisa la ley electoral.
En otras palabras, cualquier negociación o acuerdo político tendrá que pasar primero por el cotejo de actas oficiales, antes de que todas las partes involucradas, gobierno y oposición se establezcan sin discriminación, bajo el control del pueblo e indiscutiblemente imparciales.
Incluso la intervención extranjera, ya sea proveniente de organismos como las Naciones Unidas, la OEA o los países que colaboran para este fin, también debe considerar propuestas que conecten a los diferentes actores y beneficien a todos los venezolanos.
Para el Gobierno de la República Dominicana, su política exterior debe ser cuidadosa y cautelosa para no comprometer su independencia o dejarse arrastrar por los vaivenes de la dinámica geopolítica o por intereses impuestos a otros países.