Hoy analizamos el libro más reciente de Alejandro Santana. Un interesantísimo poemario basado en sus propuestas y en sus personajes lúdicos que hablan de la experiencia de su profesión. Nuestros poetas pertenecen a la generación de los 80. Me fascinan estos poemas porque están escritos como oraciones dirigidas a un personaje en 2ª persona.
En realidad, el lector es parte de ello. maldice al Creador porque lo arrojó a la muerte como un ser viviente. ¿Qué significa la muerte? Quedarse fuera de la eternidad. La muerte es quizás ese misterio impenetrable que los humanos no sabemos a ciencia cierta en qué consiste, si nos permite trascender el mundo efímero dispuesto al olvido, al polvo o al salto, si nos precipitamos al abismo hacia esta nada inevitable. Es cierto que la desobediencia es la causa, incluso de la sentencia monstruosa. Échalo fuera del Jardín del Edén, donde para los humanos hay dolor, sufrimiento, abismo y muerte. ¿El poeta parte de la pregunta existencialista básica: cuál es el significado de estar aquí? Es evidente que uno debe buscar el sentido por sus propios medios, de lo contrario corre el riesgo de encontrarse frente a la nada.
No hay nada a lo que este estado de falta de sentido conduzca al absurdo. En este sentido, es un ser para la muerte (Heidegger) o para la nada (Sartre). Aunque nuestro poeta no parece ateo, todavía culpa al Creador por su cruel decisión de desecharlo sin más signos que el sufrimiento y la muerte. Este es en sí mismo el problema básico que padece el poeta.
El cielo invertido es un tránsito invertido visto desde la tierra. La obra se divide en tres partes: Polvo Eres, Materia de Eternidad y Las Infinitas Formas del Vértigo. Su primera oración cuando interrogó al creador:
Hay una cierta similitud entre Job y el poeta. El primero sufre un fracaso material debido a una apuesta en la que la fe del patriarca se pone a prueba al ser despojado de todos sus bienes, de sus hijos y, finalmente, de sufrir una enfermedad. Sus amigos llegan a juzgarlo por lo que está pasando e incluso su esposa le dice que abandone su fe. Job mantuvo la fe en el Creador pero enfatizó la fragilidad humana. Al final, Job verdaderamente conoció a Dios y Dios le devolvió en abundancia lo que había perdido.
En esta colección de poemas, el poeta regresa a su creador después de sufrir sufrimiento, dolor y muerte a través de sueños, físicos. y mental respectivamente. A través del lenguaje y los sueños, una puerta se abre y se cierra y viceversa. Por sí solo, encuentra sentido a pesar del olvido y la muerte.
«Señor, voy en camino hacia ti y veo que vienes a mi encuentro, he visto el rostro de Dios, es tan maravilloso de contemplar Sin duda, aunque duerma en tu presencia, siempre sé que incluso en los sueños encontramos real el presente.»
*Víctor Bidó. Es poeta, ensayista y crítico literario. Tiene varios trabajos publicados. Pertenece a la generación de los 80.
