Pruebas de diagnóstico nacionales e internacionales evalúan diferentes niveles de comprensión lectora: comprensión literal, que se refiere a encontrar partes del texto; comprensión inferencial, incluida la lectura entre líneas y la realización de conexiones; y comprensión crítica, valoración del juicio y evaluación de contenidos. La comprensión crítica es muy valorada porque permite a las personas no sólo comprender el contenido de un texto sino también evaluarlo y formarse opiniones informadas, lo que ayuda a tomar decisiones informadas y resolver problemas complejos más fácilmente. Estas formas La comprensión no se limita a la lectura. La comprensión literal, la inferencia y la crítica son habilidades lingüísticas generales. Comprender un mensaje, ya sea hablado o escrito, implica procesos similares, lo que difiere es cómo almacenamos la información en la memoria de trabajo para poder procesarla y comprenderla.
La lectura nos permite acceder al código lingüístico a través de la vista, pero el proceso lingüístico comienza mucho antes de aprender a leer. Cuanto más lenguaje tenga una persona, más fácil le resultará comprender lo que lee.
Es por eso que estimular el desarrollo del lenguaje oral desde la primera infancia, durante el proceso de reaprendizaje, es tan importante que el cerebro experimenta un crecimiento exponencial en las conexiones neuronales y, por tanto, en las capacidades lingüísticas. Aunque el cerebro tiene un modelo genético, es el entorno y lo que sucede a su alrededor lo que da forma al desarrollo de ese modelo. Cuanto mayor sea la calidad de la exposición y la estimulación, mejor será el desarrollo del lenguaje del niño.
¿Cuál es la mejor manera de estimular el lenguaje en los niños pequeños? Hay muchas maneras, pero algunas actividades simples pueden resultar muy efectivas. Leer cuentos, contar lo que hacemos y sentimos, cantar canciones, nombrar y contar objetos e imágenes, contar e inventar cuentos y hablar con los niños, incluso cuando aún no pueden hablar, son estrategias muy útiles. Es importante turnarse para hablar, incluso si su hijo sólo está balbuceando. Además, jugar juegos de palabras como rimas infantiles y rompecabezas, crear un entorno rico en lenguaje, visitar nuevos lugares, hacer preguntas abiertas, fomentar el juego imaginativo y modelar buenas prácticas lingüísticas son otras formas de estimular el desarrollo del lenguaje.
La infancia es un período importante para el desarrollo del lenguaje. La comprensión crítica se logra no sólo sabiendo lo que dice un texto sino también integrando información de una variedad de fuentes. Para desarrollar la capacidad de comprensión crítica es necesario formar un criterio y este criterio se construye con los suficientes conocimientos disponibles. Nunca es demasiado pronto para empezar a adquirir este conocimiento.
