La reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores de Haití y la República Dominicana en Paraguay el 28 de junio reveló la desconexión entre los dos países y una vez más destacó la falta de perspicacia diplomática de Roberto Álvarez. Dupuy (quien en su extraordinaria formación intelectual tiene experiencia en Trauma Migratorio) demuestra que tiene su “agenda muy clara” y da señales de querer desarrollarla; La nueva Primera Ministra habló en defensa de sus ciudadanos, lanzando a la cara del país «sopa caliente joumou» (sopa auyama), un plato que incluyó en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la UNESCO, polvo rapa. Confundió a la opinión pública criolla (el diario El Nacional mencionó el incidente), asombrada por la postura de la mujer educada en Canadá y Reino Unido. «No hay lugar»; esta dura declaración inutilizó el acuerdo bilateral Álvarez-Dupuy en Asunción. Y antes de la reunión, el titular del MIREX tuvo que esperar una señal del primer ministro del país vecino, a partir de la cual construir una estrategia efectiva para poder «destruir» los argumentos habituales de los países vecinos en el ámbito internacional.
No hay duda de que el partido unilateral se crea con la sopa joumou, demostrada por Dupuy (ella dice ser una experta en su preparación), y por otro lado, por la bebida cubalibre, una bebida que Álvarez prepara como bartender en el Café Atlántico sin que aún exista, parece emprender un camino lleno de escollos en la relación entre Haití y RD.
