Si quieres, pruébalo: pon este artículo en línea ahora. ¿Qué pasará? Definitivamente caerá al suelo. Ya sabes la razón: la gravedad te arrastrará hacia abajo.
Tú y yo nos sentimos igualmente atraídos hacia la Tierra… Pero no sólo para la Tierra.
Presta atención a esto, querido amigo: ahora mismo, te sientes atraído por otra fuerza.
Y otra fuerza, oye, no es una cosa, como la tierra, es una persona.
La prueba irrefutable de lo que estoy hablando hoy está en el corazón del evangelio de Juan 6:41 -52.
El Señor dijo:
“Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no lo trae” (Juan 6:44)
Esta frase suena a fatalismo. Para evitar esto, debemos tener en cuenta la “forma” en que Dios “atrae” a las personas.
En cualquier caso, Él no atraer a la gente con fuerza, pero con una invitación a acoger a la gente. él antes de su manifestación. en la Palabra de Dios.
Dios se revela a través de la escritura, es decir, está abierto a todos, y quien lee o escucha la Palabra de Dios sin resistencia será atraído por el Padre.
Hoy el Señor también dijo: “El que oye al Padre y aprende, se acerca a Mí.”
Y hoy también hay una gran promesa para aquellos que son atraídos al Padre a través del Biblia y más cerca de Dios.
Esta promesa hace que nuestro destino final sea muy diferente del destino de este artículo, de los animales y de cualquier otra especie creada. La promesa para aquellos que vienen al Señor es:
“En el último día le resucitaré” (Juan 6:44).
La pregunta de hoy: ¿Estás ¿Atraído por Dios Padre?
Te puedo asegurar que lo hay. La prueba es que a estas alturas, de alguna manera, te has sentido obligado a leer algo sobre la Palabra de Dios y no te has resistido a hacerlo.
Sí, amigo mío, te sientes atraído. Y cuanto más lees la Palabra de Dios, más fuerte se vuelve esa atracción.
Quieren darte Vida Eterna, y si no te resistes, te la darán. C Esta es la voluntad del Padre, y esta es la razón por la que vino Su Hijo. Pero no es necesario.
Es solo una atracción…
Y hay más: albergar esta atracción también significa estar acompañado, guiado y fortalecido. a veces por un Dios misericordioso que nos muestra el camino, nos revela la verdad y finalmente nos da vida.