En Cabarete, el legendario DR Jazz Festival es organizado por Fedomu, una organización que ha contribuido gratuitamente durante 25 años a formar a miles de decenas de niños en circunstancias difíciles. . año. Un empresario argentino en quien confiaban sus creadores los dejó sin plumas ni burlas.
En la industria musical, muchos recién llegados quieren invertir su dinero en ella. Y también sinvergüenzas cuyas ambiciones excesivas les llevan a cometer errores.
Según fuentes muy fiables, un día un joven empresario argentino se acercó a los organizadores, organizaron y crearon el DR Jazz Festival. Quiero patrocinar el festival que por muchos años ha sido el alma del jazz en República Dominicana, bajo la dirección de María Elena Gratereaux. Les prometió viñedos y castillos.
María Elena Gratereaux vio el cielo abierto para la fiesta, era uno de sus hijos y en realidad había crecido con Lorenzo Sancassani.
En esencia, el festival fue creado para contribuir a la sociedad de Cabarete y de todo el Cibao. En 2019 llegó a Cabo Cana y Santo Domingo, además de Santiago, Puerto Plata y Sosúa.
Según supimos de esta fuente, un día, el joven empresario, después al tener acceso a todo lo relacionado con el festival: ideas, know-how, conexiones, costos, artistas, aparecerá con la mala noticia de que no seguirá adelante y tendrá su propio festival. Aunque nunca pensaron que sería… el mismo festival.
Nunca hizo una oferta a los principales artistas que contactaron: Arturo Sandoval y Paquito D’Rivera. Y no fue él quien creó el DR Jazz Festival en Cabarete, sino el Cabarete Jazz Festival.
«En otras palabras, los organizadores se sintieron engañados luego de confiar en que «él salvó el DR Jazz Festival». «Esto no es bueno para la industria, ni para el jazz, ni para el público, ni para Cabarete», afirmó la fuente.
Dijeron María Elena. Gratereaux, -«hecho de esta sustancia por nosotros conocida está acumulando una estrella», en palabras del poeta Nicolás Guillén-, que no quiso declarar para este artículo, como tampoco para el resto de voluntarios del festival, una un golpe muy duro, porque al mismo tiempo se sintieron defraudados, incapaces de rehacer lo que con tanto esfuerzo les había costado, informaron a elCaribe.
El Festival de Jazz RD ha aportado mucho a la cultura musical del país y debe ser prioridad, apoyo y respaldo oficial.
El festival debe estar ordenado
El Ministerio de Cultura necesita un registro oficial de eventos culturales para poder poner orden en el canibalización de la industria musical.
El DR JazzFestival debe ser culturalmente consciente y seguir siendo una opción gratuita para acercar a los niños a la comunidad musical, como una forma de alejarlos de la pobreza. Para ello se necesita apoyo y apoyo económico de Turismo y Cultura, entre otros.