Como dije en el post anterior, ¡son muy famosos los abrazos del Dr. Hazoury! Recuerdo al Dr. Leo P. Krall, que cuando don Nossim vino a saludarlo se protegió con los brazos a los costados, o con motivo de la visita del entonces presidente del gobierno español, Felipe González. quien el Dr. Luis Yáñez, advirtió sobre Don Nossim, y cuando vinieron a presentarle al Sr. González al Dr. Hazoury y este notó la posición del abrazo, le dijo: usted es el Dr. Hazoury, ¿no?
Don Nossim es amado, admirado y respetado por muchas personas alrededor del mundo, citamos a Luis Yáñez, director del Instituto de Cooperación Iberoamericana y también al Dr. Krall, profesor de la escuela de medicina de Harvard, médico de la Joslin Clinic en Boston y también presidente de la FID, la federación mundial de diabetes. Fue amado, admirado y respetado por el extraordinario trabajo del hospital de diabéticos, una instalación ejemplar en el mundo, sin olvidar el campamento permanente para niños diabéticos. La historia de este hospital, que conozco muy bien, es extraordinaria, desde sus programas de televisión, su construcción y su trabajo a favor de los diabéticos en Dominica. Los diabéticos no sólo reciben tratamiento para la diabetes, sino que también reciben todos los servicios médicos de muchas especialidades diferentes. Los servicios oftalmológicos brindados por Rotary International son el mejor ejemplo del impacto del hospital en la vida y la salud de los pacientes dominicanos. En el hospital, los niños con diabetes tipo 1 o diabetes infantil reciben insulina, educación y atención integral de forma gratuita. Es muy importante la labor de las doctoras Josefina Coen o Tharsis Hernández, dedicadas al cuidado de estos pacientes, mimadas por Don Nossim y la junta directiva de la lucha contra la diabetes.
Don Nossim fue respetado por su la actitud favorable de su carrera hacia los pacientes, así como la pureza y honestidad de su conducta. Recuerdo estar con él cuando un proveedor del hospital lo invitó a una conferencia internacional, y les dijo que no usen ese dinero conmigo, que bajen el precio de la insulina o de cualquier otro medicamento para que sea más barato. paciente en casa. También recuerdo muy claramente su «nota de débito» en la que indicaba claramente todos los proveedores que debían pagar la deuda para construir el hospital y el Dr. Hazoury pagó poco a poco hasta que ya no debía.
Rodeados de compañeros y amigos que tanto os quieren, cómo olvidar a Sor Eutimia Urrutia, al Dr. Víctor Perrotta o a Doña Consuelo Mejía de Van der Linden. Ellos, junto con la Sra. Micky, son el alma del hospital que se especializa en atender a pacientes diabéticos. ¡¡Me conmueve mucho recordar todo lo que viví allí y saber que este gran trabajo lo hizo Don Nossim después de recuperarme de mi infarto!!
Como si fuera nada, en el peor momento de La educación superior dominicana, denostada por los centros de titulación gratuitos, don Nossim introdujo en aquella época la Universidad Iberoamericana, fruto de su amor por la educación y su relación afectiva con España. Esta universidad, nacida de la dedicación de muchas personas, especialmente de su familia, en especial de su hijo, el ingeniero Abraham Hazoury, es hoy una importante referencia en la educación superior de Dominica. Como ya hemos señalado, Don Nossim es un hombre que ama mucho a su familia. Los niños son siempre su principal preocupación y devoción. Y por supuesto amor por su esposa Doña Micky, quien ha construido un hogar de amor, respeto y comprensión. Al recordar a Don Nossim en el centenario de su nacimiento, rindo homenaje eterno a su memoria y legado.
Cien años de Don Nossim (II)
Krall, que cuando don Nossim vino a saludarlo se protegió con los brazos a los costados, o con motivo de la visita del entonces presidente del gobierno español, Felipe González.