En la novela del premio Nobel Miguel Ángel Asturias, una joven monta un caballo deportivo cerca de la finca de sus padres, donde uno de sus tíos lo regañó por comportarse como un hombre delante de todos. Honestamente, la joven respondió: «Amigo, no hay nadie. Sólo unos pocos indios».
Este es un gran ejemplo del concepto de «no humano» «. Según un sociólogo estadounidense.
Isabel Allende, en su novela sobre el levantamiento en Haití a finales del siglo XVIII, relata cuando el jefe de gabinete blanco le dijo a su amiga que los blancos hablan descuidadamente delante de gente. servidor. (no humano).
En Perú, en una conferencia de marketing, una elegante anfitriona expresó su malestar porque había un hombre negro en la mesa. Los dominicanos, junto con los negros, abandonaron el lugar.
En Chile el apodo de «indios» es generalmente un insulto, aunque cuando se habla de glorias del pasado, Colo-Colo y otras razas heroicas se utilizaban con frecuencia. elogio. nativo.
Puedes leer: Tema delicado en los Estados Unidos: confiabilidad de las encuestas
Afortunadamente, una parte básica del patrimonio histórico y cultural de Dominica incluye una ausencia casi absoluta. del racismo, incluidos términos y prácticas relacionados con las diferencias raciales. Aunque, como sabemos, la influencia norteamericana y el cine de Hollywood probablemente hayan reforzado o reavivado ciertas prácticas racistas en colectivos muy limitados de nuestro país.
Pero la verdad trascendente es esta: Cuando fuimos abandonados por España. en el siglo XVI, en busca de oro en México y Perú, nos “ofrecieron” su impotencia, junto con el derecho a la autonomía y la autodeterminación; así como la corrupción administrativa de un gobierno colonial local abandonado y sin control, permitiendo que existan libertades y realidades que quizás ningún otro país del planeta tenga. Sobre todo, el sentimiento de otro “nosotros”, independiente, multirracial y esencialmente cristiano. se permite la dilución o confusión racial, cultural o espiritual; y menos aún de intereses extranjeros.
La posterior renuncia a España y las sucesivas negociaciones de nuestro pueblo y territorios con Francia y las demás Potencias y otros beneficios, han consolidado firmemente «nuestra identidad nacional». Más tarde, los esfuerzos de otras potencias europeas y más tarde de los estadounidenses por usurpar o controlar nuestro país nos dieron una autoestima aún más fuerte; Se caracteriza indiscutiblemente por la ausencia de racismo, discriminación racial o social. Esto se acentuó aún más con la dominación de Haití, la anexión por parte de España y las guerras de restauración en el siglo XIX.
El intervencionismo norteamericano y la caza El comunismo también nos obligó a disciplinarnos. De todo esto también obtenemos beneficios muy buenos y diversos, incluido el respeto y la amistad de muchos países. La misericordia de Dios y el crecimiento de nuestra fe, el mayor de todos los dones del cielo y de la tierra.
Aquí cada dominicano y cada niño cada uno es una persona. ¡Es humano!
