El Ministro de Asuntos Exteriores, Roberto Álvarez, que será Secretario General de la OEA, ha vuelto a hacer un buen papel en la resolución de la crisis en Venezuela.
La igualdad entre las partes es clave para resolver un el compromiso se centró en el nivel diplomático.
Tanto en el Consejo de la OEA como en otros contextos, Álvarez se limitó a no hacer otra cosa que exigir la victoria del presidente Nicolás Maduro mediante la publicación del acta de la votación.
Esta posición, al igual que en países como México, Brasil y Colombia, hace aumentar el papel internacionalmente reconocido del Ministro de Relaciones Exteriores dominicano en la crisis de Haití.
Si es así Es cierto que el Ministro dominicano elige ser Secretario General de la OEA, entonces tiene mucho camino por recorrer. Las largas distancias deben recorrerse con la cautela habitual en los conflictos regionales candentes.