MADRID, 4 de agosto (EUROPA Press) –
Keysi (nombre ficticio) tiene 27 años, ella es peruana y tiene tres hijos, uno de cinco años, uno de tres y otro de un año. Huyó de Perú en busca de un “futuro mejor” y luego de vivir en un albergue en el aeropuerto. otros lugares de la calle, intentó estudiar en su casa de madera de Cañada Real Galiana que se quemó hace dos semanas
«Allá vengo. escapar, tener un futuro mejor», explicó Keysi en una entrevista con Europa Press, después de que el incendio la dejara a ella, a su pareja y a sus hijos en la calle.
La joven recuerda lo que Tardó en buscar una casa estable donde vivir su familia cuando llegó a España a finales de 2022. «No tenía dónde quedarme y tuve que quedarme en la calle y dormir en el aeropuerto porque no había dónde ir». , hasta que se nos acercó alguien, un paisano, y después de mucha discusión, ‘ofreció el lugar en’, dijo.
La casa estaba ubicada en Cañada Real Galiana y aunque el dueño nos dijo A ellos les cobraba alquiler, nunca volvió a quejarse. El interior de la casa de madera aún no está terminado, por lo que el socio de Keysi se encarga de la instalación. “Era la única opción que teníamos”, admitió.
Vivían allí hasta una madrugada, hace dos semanas, Keysi, en un sueño, comenzó a escuchar. Escuché un «zumbido» alrededor de mi casa y un ruido. en el tejado “como si estuviera lloviendo”. Lo siguiente que vio fue fuego. «Levanté al padre de mis hijos y le dije: ‘¿Está en llamas?’ Y sacó al bebé de la cuna, mi hermana fue a buscar a mi hijo mayor y yo fui a buscar al otro niño”, recordó. «billetera colgante» con DNI y pasaporte. Todo lo demás fue quemado, incluidos ordenadores, móviles, cargadores de una bicicleta eléctrica que compraron «con mucho esfuerzo» para que su pareja pudiera trabajar como repartidor, y 4.000 euros de efectivo que habían ahorrado trabajando «por la mañana». «. , tarde y noche.» «para poder pagar la fianza y el primer mes de alquiler del apartamento, que guardaban escondido en maletas para evitar robos. “Nos quedamos literalmente sin nada”, lamentó.
A la mañana siguiente Keysi explicó que se había puesto en contacto con el presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez, quien una semana antes había acudido a encontrarse con los fans de Keysi decidido a que la llamara inmediatamente y le ofreciera una casa en Siruela (Badajoz) para empezar una nueva vida allí.
En cualquier caso, la joven explicó que en ese momento no podía salir porque tenía que trabajar mucho para conseguir todo lo que tienes en Madrid, como por ejemplo un. contrato fijo o una plaza en la guardería y en el colegio público de su hijo. También está haciendo cursos de formación general para trabajar en logística. “Todo lo que tengo que pagar para conseguirlo en Madrid”, dijo, no puedo renunciar a ello de un momento. al siguiente”, dijo.
Actualmente, Keysi, su pareja y sus tres hijos viven en un albergue, y ella trabaja de noche para poder ahorrar algo de dinero para alquilar un apartamento. “Estamos buscando piso pero no podemos”, admitió, sin descartar la posibilidad de que tengan que mudarse con otra familia para compartir gastos. Según explica, si encuentran algo que cuesta alrededor de 1.000 euros, pueden esperar pagar 500 euros cada uno.
Lo que Keysi tiene claro es que no quiere entrar al país ni regresar. Canadá. El Real, donde vivía sin luz «siempre» y donde el calor hacía que la casa «pareciera un horno», tampoco regresó a Perú porque aseguró que tenía «objetivos que cumplir aquí dentro» en España. A partir de aquí, afirma que quiere conseguir «estabilidad, tanto emocional» como «paz» para sus hijos, muy diferente a la «delincuencia» que, según ella, existía en el lugar donde ella creció.
