Film Management promocionará la industria en un evento en Madrid
El cine minimalista se centra en el detalle y la profundidad de los personajes y la historia, esta es una película bien elaborada sobre situaciones sociales absurdas, sufrimiento y opresión. Muestra la forma y naturaleza de una sociedad donde reina el resentimiento en ausencia de amor. Una alegoría cinematográfica, sobre la separación de un matrimonio y un aborto accidental, creando un conflicto moral con multitud de puntos de vista, sin culpabilidad ni inocencia, sin maniqueísmo. La trama está hecha de forma absolutamente honesta, sin manipulaciones ni manipulaciones, sin proponer soluciones a las cuestiones planteadas, sin buscar héroes ni villanos, haciendo pensar a todos. Por supuesto, utilizar las emociones nos llevará a liberar conflictos básicos y comunes, como motivos para actuar y hacer lo que sea necesario para proteger a nuestros seres queridos. Y sabemos que, en última instancia, actuamos por nuestro propio interés, porque lo que hacemos es satisfacer nuestro ego. Y nada más. El dominio del guión, la dirección y las actuaciones convincentes radica en la integración de la trama con microsituaciones que se relacionan exponencialmente con macrosituaciones. Casi siempre hay una cámara temblorosa en la mano, dirigiendo nuestra mirada a momentos cautivadores. Esto es lo que hace hoy el cine de vanguardia: abordar el drama de los personajes condenados para experimentar sus dudas, su dolor, su penitencia, pero sobre todo crear una catarsis de su asfixia sin fin y de la nuestra. El cine puramente kafkiano nos dice que cualquier intento de equilibrio es imposible cuando queremos llegar a un consenso sobre compromisos pasados y obligaciones presentes. Elegir entre un compromiso con Dios y un compromiso con la estabilidad familiar: ¿Dios primero o la familia primero? Bueno, la película demuestra que nadie está dispuesto a ceder ante lo que cree que es correcto, y vemos que el motivo principal es no ceder por estúpido orgullo, por no reconocer mentiras, por creerse mejor que los demás porque porque Dios es a tu lado. Vemos que incluso cuando aceptamos la ley, seguimos actuando injustamente. Este tema podría abordarse desde un punto de vista femenino, ya que esta película es un punto de vista masculino, aunque es justo decir que no se debe idealizar a las mujeres como víctimas del patriarcado, ya que idealizarse como víctimas puede simplificar y distorsionar la complejidad de sus vidas. experiencias y luchas. En YouTube con el título: «La Separación – Película de Irán (2011)», de Asghar Farhadi. I