Todos los días, Lolo va al matadero alrededor de las 4:30 am a recibir ganado vivo y mata injustamente al animal apuñalándolo cerca del corazón con un cuchillo y matándolo. . animal. esperando que sangre, entre el dolor y el último aliento de la víctima.
Aún recuerda con cierta nostalgia la primera vaca que mató y el grito aún resuena en su cabeza. Sin embargo, la costumbre se ha convertido en ley y ya no hay miedo de clavar su daga sin piedad, independientemente de lo que su memoria recuerde ocasionalmente.
Ahora “cuenta historias” a sus amigos, sobre cómo eran las cosas. . los animales pateaban cada vez que lo apuñalaba, sin mostrar más remordimiento, mientras él fumaba y ajustaba el “gato romo”, haciendo reír a los presentes, por esta acción, la consideraron algo divertida e interesante. Se ha vuelto «normal», y cada vez más amigos de Lolo son reclutados en este matadero para «dar gusto» apuñalar o degollar a la vaca, como aprendieron de su aparente predecesor…
Violencia se ha normalizado, la crueldad es fuente de risa y la sangre no y el hedor de antaño que ahora cubre el aroma del éxtasis, en el que sabe vender muy bien a su comunidad Lolo, todo gracias a los detalles que da cada vez que habla habla con orgullo de su trabajo.
Algo similar sucede hoy en República Dominicana, donde demostrar la verdad ya no es suficiente, sino que ahora parecen detalles «muy necesarios». Los medios informaron tanto que los periódicos, la radio, la televisión o incluso las redes sociales podrían ahogarse y lo más probable es que mane sangre… pero esta vez no del ganado
Lolo ya no es el joven que trabaja En el matadero, Lolo es ahora cada periodista, cada comunicador, cada gerente, que deja que los detalles queden claros, cada vez más atraído por la búsqueda incesante de fama y popularidad. «Cuchara».
«¿Que usó un cuchillo para degollar a su hija y luego tirarlo por la ventana? ¡Que llegue a los titulares! No nos importa si alguien está pasando por un momento difícil. duro y la bombilla sigue encendida, darles ideas de cómo sacarlos adelante. Nuestro objetivo es «avanzar…» ¡Triste realidad!
Y luego ese mismo medio hizo «un trabajo especial». salud mental», porque aparentemente «hay algo que impulsa el aumento de la violencia». No sólo Lolo sino que ahora también llevan máscaras descaradas e insolentes.
Nadie pregunta cuántas vacas ha matado Lolo en su vida, si son de pura raza o normales, porque claro que eso no importa “son sólo animales” (algunos dirían); Sin embargo, cada víctima humana tiene dignidad y sus seres queridos tienen el alma destrozada, cada vez que una agencia de medios los obliga a recrear los hechos paso a paso.
Y esto no es un juego, la comunicación es así. Es malo que millones de alemanes murieran pensando que en realidad estaban luchando por su «humildad» y por su «raza superior», todo porque el mensaje fue bien transmitido, hasta que Adolf Hitler y Joseph Goebbels lo hicieron realidad.
Me sentí muy triste…y bastante entristecido por la forma ineficaz en que se hizo. Es responsabilidad de los medios de comunicación, por eso me gustaría «pedir disculpas» por las mentes que hemos dañado al dejarnos llevar. por el sensacionalismo.
Hoy no, mañana, pasado mañana, pero cuando lo hagamos abriremos los ojos y quizás sea demasiado tarde, porque hemos contribuido a convertir esta sociedad en un hogar. de violencia, tan normal, que las » «disculpas» son, a veces, incluso bienvenidas, especialmente en atrocidades como las de las últimas semanas y sí, somos tan culpables como cualquiera.
Pero no todo está perdido , es hora de entender que los medios son un arma brutal, su principal objetivo es construir, no destruir, como lamentablemente hacemos todos los días, así que solo pido: ¡por favor cambia el chip, no Lolo!
