Entretenimiento

Ahogándonos en las olas de imágenes

8311849993.png
8311849993.png
Las olas de imágenes son enormes, nos tiran hacia abajo y nos hacen perder el control de la verdadera naturaleza y simplicidad de la vida.

Las olas de imágenes son enormes, nos tiran hacia abajo y nos hacen perder el control de la verdadera naturaleza y simplicidad de la vida. Las formas de apellido, posición, ingresos económicos e incluso las personas con las que estamos relacionados dominan dentro de nosotros; Estas son las imágenes que utilizamos para sentirnos exitosos y poderosos. Nos volvemos inútiles y al mismo tiempo nos sentimos vacíos y sin destino. Las imágenes son falsas y no reales. Esto no representa la naturaleza de la existencia. Esta imagen es una falsa reproducción y construcción de la realidad social que nos rodea. Lo utilizamos para maximizar, atraer y crear aceptación, en nuestro caso como humanos.

El tsunami de imágenes corta nuestros latidos, nos «carne», volviéndonos irreconocibles e inhumanos; sí, sin emociones. Llegamos más lejos con los animales que con nuestro prójimo, al que debemos proteger. ¡Pero no!

Podemos leer: ¿Hasta cuándo seguiremos así?

Las ganas de mantener una imagen nos aplastan. En política, estamos perdiendo la capacidad de actuar colectivamente. En los negocios desarrollamos y adoptamos una imagen muy diferente a la nuestra. En religión, las imágenes no permiten que las personas sean transparentes. En el arte dejamos de transformarnos y nos convertimos en un personaje irreconocible; porque el artista quiere ser conocido y quiere ser el único entre muchos.

Esta reflexión va para todos los que trabajamos con personas, con grupos, con la sociedad. Somos parte de una escultura rota y tenemos que arreglarla; pero su imagen y creatividad no nos permiten desarrollarnos modesta y globalmente. Debemos entender que somos pasajeros en esta tierra, somos únicos, nacimos para cooperar y ayudar a los demás. Cuando un político dominicano comprenda esta perspectiva, será más productivo, más feliz y más aceptado. Nuestra realidad respira y se escapa en medio de estas olas que nos diluyen sigilosamente y con dureza. Somos únicos, tenemos la capacidad de reconstruir lo destruido. Debemos utilizar estos activos; Pero esa imagen nos enamora, crea mentiras disfrazadas de verdad. En esta reflexión nos invitamos a saltar y saltar de las olas que nos ensombrecen y ahogan en imágenes falsas. Es hora de que podamos ser honestos.

TRA Digital

GRATIS
VER