BOGOTÁ — El presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó este martes, ante la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas, «el robo de las elecciones en Venezuela», se refirió a la carga migratoria sobre su país y afirmó estar «especialmente atento frente a la crítica situación» en la nación venezolana tras los disputados comicios presidenciales de julio.
“Estamos frente a una dictadura que pretende robarse una elección, persigue a sus opositores y es indiferente al exilio no de miles, sino millones de sus ciudadanos”, aseguró Boric.
“Se requiere una salida política a esta crisis que reconozca el triunfo de la oposición en las últimas elecciones y lleve adelante una transición pacífica a una democracia en forma”, declaró.
El mandatario chileno también dijo que las sanciones “unilaterales” impuestas por Estados Unidos “no ayudan a la solución del conflicto, sino que por el contrario, lo agravan” y que estas, sobre todo en materia económica, “golpean” más fuertemente al “pueblo venezolano”, que a los actuales gobernantes.
Boric recordó a los más de 7 millones de venezolanos que se encuentran en el exilio, debido a la crisis política y económica de su país, «de los cuales 800.000 se encuentran» en Chile. Enfatizó en que su país «no está en condiciones de recibir más migración».
El mandatario también condenó el «doble estándar» de las violaciones de Derechos Humanos por parte de diferentes gobiernos y llamó a respetarlos «siempre y en todo lugar».
«Debemos exigir este respeto sin importar el color político que tenga el gobierno de turno que los vulnere”, aseguró, y abogó por el fin de la guerra en Gaza y la invasión rusa a Ucrania.
“La adolescente palestina asesinada en Gaza, el trabajador venezolano obligado a migrar de su patria, el niño ucraniano secuestrado por Rusia, el opositor silenciado en Nicaragua, o la mujer expulsada de la escuela en Afganistán solo por ser mujer, son antes que todo seres humanos. Y la voz de todas las naciones, sin importar su posición política debe alzarse para defenderlos”, sentenció Boric.
Afirmó, incluso, que se niega a “elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre y conducta genocida del Israel de Netanyahu” y llamó a un alto al fuego en el conflicto del Oriente Medio. También exigió “de manera clara y sin ninguna ambigüedad la liberación de los rehenes” que están en poder de Hamás.
