Tras que recientemente se reintrodujo en el Senado un proyecto de ley para modificar el Código Tributario dominicano para exigir a las empresas del Estado eliminar los anticipos de impuestos, a través de Según la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ), es importante recordar que eliminar el pago anticipado del impuesto sobre la renta (ISR) en el sistema tributario es una decisión de alto impacto, como cualquier reforma tributaria, que incluye una amplia gama de beneficios. y desventajoso para los actores económicos y el Estado.
Uno de los principales beneficios de eliminar los anticipos es el apoyo financiero inmediato a los contribuyentes, especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). Estas entidades suelen operar con márgenes más bajos y menor liquidez, comprometidas por reclamaciones de anticipos de impuestos sobre la renta no cumplidas. Al eliminar este anticipo, se beneficiarán de una gestión más flexible del flujo de caja, lo que favorecerá su crecimiento y sostenibilidad, evitando insolvencias o quiebras. En este sentido, su eliminación podría incentivar la formalización de más negocios, ya que uno de los obstáculos que enfrentan los emprendedores a la hora de formalizarse es la carga tributaria esperada.
Sin embargo, eliminar el anticipo también tiene importantes limitaciones. . Una de las principales razones es el impacto en la recaudación de impuestos. Actualmente, estos avances garantizan al estado un flujo constante de ingresos, lo que le permite financiar regularmente programas y servicios públicos durante todo el año fiscal. Por ejemplo, en el caso de República Dominicana, los anticipos del ISR para 2023 representan el 61,2% de la meta de ingresos del impuesto. Sin estos anticipos, el gobierno se enfrentaría a un problema de liquidez, lo que le obligaría a depender únicamente de los pagos realizados al final del ejercicio, lo que podría provocar desequilibrios presupuestarios y obstaculizar la planificación financiera estatal. El problema radica en la capacidad del contribuyente para acumular deuda tributaria. La falta de avances podría provocar que algunas empresas, especialmente las mipymes, tengan que pagar impuestos más altos al final del ejercicio. Sin un anticipo para compensar, las empresas se verán obligadas a pagar grandes sumas de una sola vez, lo que podría derivar en un mayor número de acuerdos de pago ante la DGII, como ocurrió durante el proceso de liberalización de depósitos en 2020 y 2021. Estos acuerdos, si bien brindan flexibilidad, conllevan intereses y sanciones adicionales por incumplimiento, lo que puede resultar más costoso para los contribuyentes. Si bien la eliminación del anticipo fiscal tiene varias ventajas que benefician principalmente a las pymes, al reducir su carga fiscal esperada y simplificar el sistema tributario, esta propuesta tiene desventajas importantes, como la reducción de la liquidez del Estado. y la posibilidad de una mayor presión tributaria sobre los contribuyentes al final del ejercicio, además de la menor capacidad de las autoridades para ejercer control. La eliminación de esta cifra debe analizarse cuidadosamente, considerando las implicaciones