José Joaquín Puello. El neurocirujano cuenta cómo la determinación le ayudó a obtener su título de médico.
Del quirófano al consultorio, siempre a tiempo, a pesar de una extensa cirugía cerebral.
Así lo intentó Con su bata blanca, el neurocirujano y científico José Joaquín Puello, que dentro de unos días cumplirá 84 años, relata para el recuerdo sus raíces, formación y determinación, que le llevaron a licenciarse en medicina nacional y especializarse en las ramas de la medicina. la universidad más prestigiosa del mundo, Oxford en Londres, a mediados del siglo pasado
«Nací en la gloriosa (provincia) de San Juan de la Maguana, era un chico de ciudad común y corriente, Me bañé en el río, me enfermé tanto que nunca más volví a comer mangos, comí casi una tonelada de mangos”, relató entre risas el Dr. Puello en una entrevista radial, ganaban más de 50 pesos mensuales en 1957, cuando este joven, antes de cumplir 17 años, decidió estudiar en la Universidad de Santo Domingo, hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo -Domingo.
«La universidad cuesta 75 pesos, no todos pueden venir. Los que venimos somos un milagro de Dios, que puedes venir y aprender», el científico cree en la grandeza de Dios y dice con confianza que las máquinas nunca reemplazarán al cerebro humano.
Aunque sus los padres no podían pagar su educación, aportaban su mayor activo que es la educación.
«El hijo de una maestra de escuela En ese momento, el denominador común era la lectura, queríamos leer cosas importantes Libros, libros que mis padres me impusieron. Le conté lo que leí durante la comida. Me impresionó», y como afirma el propio experto en cerebro, la lectura aumenta el número de neuronas. «Por ejemplo, incluso a mi edad todavía recuerdo capítulos enteros de Don Quijote.»
Uno de sus pensamientos fue que “los niños necesitan educarse, ir a la escuela y dormir, estas cosas los hacen crecer más rápido y a los 12 años tienen 100 mil millones de neuronas Entonces, si sigues leyendo, se seguirán regenerando más neuronas. hasta los 30 años.»
Siempre ha sido un estudiante de élite
Eran jóvenes brillantes, curiosos y centrados, y eso lo descubrió en el Rotary Club, en ese momento. , los estudiantes que sacaban buenas notas pagaban cuotas matricularon su primer año y así ingresó a la profesión médica.
Para continuar mantuvo un alto índice académico y la universidad lo eximió por seis años para mantener sus calificaciones Los números muestran que se graduará con honores
Puello no tenía dinero para comprar libros de medicina”, así que durante las vacaciones se lo prestaron tres grandes amigos. me regalaron sus libros: Bernardo Defilló, José González Cano y el Dr. Fernando Valle Pérez, y estudié con sus libros en vacaciones y los devolví», gracias a esto obtuve una ventaja, porque he leído el contenido de los cursos que no te lo han enseñado.
Recuerda que las pruebas son orales y los profesores muchas veces te preguntan qué dije en clase, también me dijeron quién lo hizo bien y a quién le fue bien. Juan Bosch le otorgó una beca para estudiar en el extranjero en Londres
Se graduó Magna Cum Laude y llegó al poder el presidente Juan Bosch (1963) y «decía que todo estudiante que se gradúe, Cum Laude, Magna Cum Laude o Suma Cum Laude, el gobierno le otorgará una beca para estudiar en el extranjero. Fue Bosch quien empezó esto”, enfatizó.
Como quería ser neurocirujano en Francia, aprendió francés, pero cuando terminó de prepararlo todo , le dijeron que tendría que esperar en otro momento. año.
«Pero el Dr. Ney Arias Lora, el único neurocirujano que estaba allí, llamó a su profesor en Oxford, Inglaterra… y le dijo, ven el lunes, que si venía esta semana, Lo llevaría», sino tendría que esperar hasta el año que viene.
Sin saber inglés, se fue a Londres con diccionario en mano, a la universidad más importante del mundo
«Fui allí como pollita mojada, tan impresionada que me pellizqué y dije San Juan de la Maguana es la primera universidad del mundo. Creo que es una bendición de Dios, estoy orgullosa, pero no en vano.»
Algunos secretos que compartió Para mantenerse al día con las últimas investigaciones, este científico de neurociencia pasa una o dos horas al día leyendo.
Dijo que se sentía como un pez fuera del agua en el hospital, especialmente en el hospital «Morgan», hoy Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, donde labora desde hace 54 años y donde actualmente es presidente.
Agregar Comentario