Al declarar que después de la reforma fiscal habrá un ataque frontal contra el fraude y la evasión fiscal, el gobierno ha abierto un interrogante. ¿Por qué hay que esperar a que se aprueben reformas para abordar dos males que limitan los ingresos y afectan la competitividad?
Estos males, han sido denunciados muchas veces y el gobierno también admitió, fueron enfrentados en vano debido a una nueva ley.
Hace unos días, el Conep (Consejo Nacional de la Empresa Privada) informó que solo eran 34. El 4% del itbis recaudado, además del encomiable trabajo de la DGII en aumentar los ingresos, es muy inferior al promedio.
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Al momento de esta publicación, el Ministro de Hacienda, José Manuel Vicente, justificó la reforma tributaria enfatizando que República Dominicana es el cuarto país con menor gasto público de la región.
No hace falta decirlo, pero hay que recordar que también es uno de los países con peor servicio en el continente, a pesar de su tasa de crecimiento económico sostenible.
Si la evasión fiscal y la evasión fiscal son dos males que afectan a la economía, no necesitamos esperar a que se apliquen reformas.
