NUEVA YORK.- El exjuez del Tribunal Superior Electoral (TSE), Ramón A. Madera Arias, presentó al Congreso una serie de propuestas para evitar la corrupción utilizando recursos estatales en el proceso electoral. hacer campaña y eliminar prácticas corruptas, barriles pequeños, cofres pequeños y la elección de narcotraficantes a cargos electivos.
Madera Arias considera que con el voto popular en República Dominicana prevalece la política clientelista y, por tanto, la vasta La mayoría de los dominicanos no votan para ejercer su derecho al voto, porque hay que pagarles.
«Esto implica que en algunas circunscripciones, para elegir un senador, un diputado o un alcalde, hay que gastar entre 50 y 300 millones de pesos. Por eso los legisladores justifican el “barril pequeño” y los “pechos pequeños”, dijo Madera Arias en un documento de prensa que discutió con este reportero. Quienes arriesguen cantidades tan exorbitantes de dinero para ganar cargos electos. para buscar algo a cambio, y para recuperar esa enorme cantidad de recursos, abandonan al pueblo y se dedican a vender boletos, aliándose con la oscuridad y muchas veces involucrándose en el narcotráfico
Los primeros. El juez propuso que en la próxima reforma de la Constitución exista el «voto obligatorio de todos los ciudadanos inscritos en la lista electoral», porque es el único medio de supervivencia para evitar el voto clientelista que ha corrompido nuestro sistema electoral,
El voto obligatorio es esencial para mejorar la calidad de la democracia, afirmó.
Añadió que el voto clientelista fomentaba prácticas corruptas, el mal uso de los recursos estatales, el narcotráfico y el crimen organizado; influir en la venta, medidas coercitivas para lograr resultados favorables, ya sea que las autoridades públicas y los órganos de toma de decisiones sean elegidos o infiltrados por personas sin ningún medio, ninguna inteligencia o moral.
Otros Por otro lado, con «obligatorio «, evitamos elegir gente de dudosa reputación, representantes de mala calidad, el poder del dinero sin coerción, las elecciones no cuestan mucho dinero, evitamos que la gente venda su voto por 500 pesos, una pica de pollo o una botella de ron.
Con el «voto obligatorio», ayudamos a personas honestas que aspiran a un puesto elegido por el pueblo, personas con visión, personas de buena voluntad y personas con inclinación por el servicio a ser elegidas, porque el régimen Las elecciones actuales han bloqueado el camino hacia el éxito de su proyecto político.