Patricia Letona D. Innovación y relaciones estratégicas
[email protected]Se puede resistir Mentiras igual a verdad en un mundo donde las noticias falsas y la desinformación nos rodea? La respuesta es sí, pero no se trata simplemente de exponer los hechos. Esto requiere una estrategia de comunicación que cree una conexión emocional, repita el mensaje y provenga de fuentes confiables.
Peter Pomerantsev, un famoso experto en propaganda y desinformación, relata en el libro Cómo ganar información en la guerra de información de Sefton. Delmer, el propagandista británico, con diferentes juegos psicológicos y estratégicos, utilizó la propaganda de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial para ayudar a los aliados a derrotar y desmoralizar a los alemanes. En su trabajo, explora cómo la desinformación se ha convertido en un arma poderosa a escala global.
Las campañas de influencia apuntan a las emociones.
La democracia se ve amenazada porque la desinformación erosiona la confianza en los líderes. instituciones y procesos políticos. Según Pomerantsev, la guerra de información no se limita a la difusión deliberada de mentiras.
Hoy en día, las tácticas destinadas a manipular la opinión pública incluyen la creación de cuentas falsas en las redes sociales y la infiltración en los medios con objetivos oscuros. Para afrontar esta amenaza es necesaria la cooperación de los gobiernos, las empresas tecnológicas y la sociedad civil.
La próxima semana la Asamblea General de las Naciones Unidas convocará a la “Cumbre del Futuro”, en la que, como se anunció, se habló sobre los desequilibrios en el mundo digital. La desinformación es uno de los mayores peligros a los que se enfrenta nuestra sociedad, aunque queda por ver si se abordará plenamente en este foro.
La velocidad de propagación supera la velocidad de verificación. Incluso los medios tradicionales, aunque tienen buena reputación, son susceptibles de manipulación. Por lo tanto, la alfabetización mediática es esencial para que las personas distingan entre verdad y mentira. En contextos como emergencias de salud, desastres naturales o guerras, esta habilidad puede ser literalmente una cuestión de vida o muerte.
Las campañas de influencia se dirigen a estas emociones, como el miedo, la ira o el resentimiento. una táctica eficaz para manipular la opinión pública. Las redes sociales son un campo de batalla clave, que amplifica el alcance de la desinformación y provoca división social.
La desinformación es un arma estratégica a largo plazo. Repetir continuamente una mentira, por obvia que sea, puede tener un impacto en las masas y afectar el entorno político y social.
Pomerantsev ofrece valiosas lecciones sobre las guerras de influencia «actuales». Los hechos por sí solos no son suficientes para combatir la desinformación; Las mentiras bien estructuradas y repetidas pueden tener un mayor impacto. Además, las historias emocionales son más poderosas que los hechos fríos, lo que lleva a campañas de propaganda que manipulan las emociones para lograr sus objetivos.
Las personas niegan verdades que no quieren escuchar, por lo que es esencial controlar la narrativa en cualquier información. guerra. Quien controla el mensaje público controla en gran medida la percepción de la realidad. Las mentiras se vuelven más creíbles cuando se ajustan a prejuicios preexistentes o cuando falta pensamiento crítico. Incluso cuando se niega, su impacto persiste, alterando la memoria colectiva y debilitando la confianza pública.
Cuando la percepción se convierte en realidad, recordamos la cita de Gabriel García Márquez: “La vida no es algo que hemos experimentado, sino lo único que hemos experimentado es quién lo recuerda y cómo lo recuerda para decirlo.