Durante la intervención, Guillermo reveló que su hijo fue presionado por las autoridades para destituir a Hugo Beras, exdirector del Instituto Nacional de Transporte y Transporte por Carretera (Entrada), por aceptar sobornos . Según el comunicador, Jochi se negó rotundamente a hacer tal acusación y dijo que esta situación no ocurrió. “No estamos acusando a nadie y mucho menos mentiras”, dijo el comunicador, destacando que ni él ni su familia intentaron hacer acusaciones falsas para obtener una ventaja jurídica.
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El caso dio un giro inesperado cuando, según relata Gómez, tres jueces penales se presentaron a la audiencia sobre medidas coercitivas, en la que se discutió la situación de su hijo. . Estos jueces, que no habían estado involucrados anteriormente en el caso, se presentaron como víctimas, lo que Gómez entendió como un intento de intimidar al tribunal. “Es un ataque a un poder judicial que dice ser independiente”, dijo, acusando al fiscal de orquestar un ambiente de presión para influir en la decisión del juez.
A pesar de las adversidades, Gómez se mantuvo decidido. en su cargo: “Hemos aguantado con firmeza todo lo que ha revelado el fiscal. Ahora defenderemos la inocencia de nuestro hijo y todas las acusaciones serán respondidas una por una. No habrá secretos, todo se sabrá”, declaró. Además, envió un mensaje al fiscal, dejando claro que su familia no permitirá ninguna manipulación judicial y no aceptará mentiras.
Además, de Jochi y Hugo Frank Díaz Warden, coordinador de la expedición y representante de Beras ante el comité de compras del INTRANT y Carlos Peguero Vargas.
El congresista alega que esta “red criminal” benefició al contrato supuestamente fraudulento con Jochi; Transcore Latam, para la gestión del sistema semáforo en el Gran Santo Domingo.
