El director general de la Lotería Nacional, Teófilo Quico Tabar, dijo ayer que el organismo debería tener facultad para sancionar a los bancos de apuestas y a las loterías electrónicas.
En En su discurso de conmemoración del 142º aniversario de su fundación, anunció que LN había perdido el derecho de supervisar los bancos de apuestas, que había sido transferido a otras agencias gubernamentales.
“Nuestra organización es, de hecho, afirmó: basándose en contratos existentes, se limitó a “Organizan una lotería, lo que significa que institucionalmente no tienen” control sobre los bancos o puntos de venta existentes en el territorio nacional”. léase: Respaldaron revisión de normas que rigen la ética en el sistema judicial
Lamentó que haya concejales y funcionarios “interesados en las llamadas costumbres lícitas” más que en faltas graves, incumplimientos y actos ilícitos cometidos en este campo en perjuicio del Estado y de él mismo.
Manifestó que ante el desorden y fragmentación de este importante sector, el Presidente de la República Luis Abinader propuso a la Asesoría Consejo la conveniencia de centralizarlo todo en una sola entidad en materia de juegos de azar.
Según Tabar, el Consejo Consultivo ha elaborado un proyecto de ley recomendando la reactivación de la Lotería Nacional o la creación de una Dirección General de Loterías y Apuestas, un proceso que resulta inesperado, “incluso para funcionarios escépticos”, pero que no concluye por motivos ajenos a su voluntad.
Según el directivo, resulta confuso la necesidad de pensar innecesariamente en los procesos en curso. complica aún más y provoca confusión y malos pensamientos.
Para él, esto es parte de la tradición de estar enredado y anclado en la burocracia, lo que – en su opinión – no le dio buenos resultados y lo aplicó en protesta.
Tabar dijo que estaba pensando en su papel en el mundo del juego.
Dijo que no le gustaba, “en primer lugar en menos me gustan algunos de los procedimientos heredados del pasado”.
“No sé si con esta actitud de resistencia de alguna manera me convertiré en un obstáculo para el desarrollo de este proceso, aunque sea ” No tengo tanto tiempo como voluntad de cambiar”, estima Tabar.