La presencia haitiana en calles, zonas residenciales y obras de construcción no ha desaparecido en la ciudad pero ha disminuido significativamente desde que el gobierno dominicano anunció operaciones para repatriar a 10.000 inmigrantes ilegales cada año. semana.
Vimos extranjeros camino a la universidad, así como algunas mujeres involucradas en el comercio informal y la mendicidad infantil. Los trabajos de construcción y el sector agrícola siguen estando controlados por haitianos que portan tarjetas o permisos de trabajo temporales. Sin embargo, la incertidumbre ha comenzado a causar preocupación.
“Es una situación difícil porque los que tenemos permisos de trabajo necesitamos renovarlos pronto, pero nuestros pasaportes han expirado y el gobierno haitiano está lidiando con este tema. «Un año para darnos un año», dijo un trabajador haitiano anónimo.
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Como él , sus dos colegas todavía disfrutan del privilegio de no ser perseguidos por las autoridades de inmigración. Los extranjeros están pidiendo al gobierno que permita a las personas con buenos antecedentes permanecer en el país y encontrar formas de satisfacer las necesidades de sus familias.
. Para Sandy Rodríguez Gutiérrez, presidenta de la Asociación de Constructores y Desarrolladores de Vivienda del Cibao (Aprocovici), son positivas las medidas de control implementadas por el Gobierno para evitar la migración irregular de haitianos.
Sin embargo, dijo que esta medida ha provocado que algunos proyectos inmobiliarios se paralizaran, mientras que otros tardaron más en creer que además de repatriar a los extranjeros, el gobierno debería regularizar la fuerza laboral haitiana con los permisos especiales que exige el país, así como capacitar y motivar a los dominicanos para completar estos tareas.
Explicó que los haitianos no trabajan en la construcción porque es mano de obra barata, sino porque los dominicanos todavía no quieren ese trabajo y buscan otras alternativas de producción económica.
El productor de arroz de Mao, provincia de Valverde, Iván Tió expresó ayer su apoyo al gobierno contra esta medida pero al mismo tiempo pidió precaución para los extranjeros que trabajan en el sector agrícola. «Entendemos que esta medida es correcta, porque la nación es lo primero», dijo tras admitir que la disposición tendría un impacto negativo en el sector en el futuro inmediato, pero aún no se ha implementado. Dijo que en Mao había escuelas sin dominicos.