Oponerse siempre es más fácil que tomar el poder, incluso si los intereses son diferentes, especialmente en el contexto político y cultural de un país subdesarrollado con un nivel educativo general de apenas sexto
. La postura del principal opositor al gobierno del Partido Revolucionario Moderno que lidera Luís Abinader, expresidente constitucional por tres mandatos, Leonel Fernández, carece de inteligencia política y hasta de emociones, que, en su afán de volver al poder en una fecha posterior, padecía una extraña enfermedad de Alzheimer, olvidando su estancia en el estado.
El ex presidente Fernández me recuerda un chiste de un comediante chileno que decía estar casado “señora de la razón”. Añadió que lo que no sé es que su segundo apellido es “siempre”, por falta de conocimiento e investigación de otros políticos del país y del universo, increíblemente no es un “semidios”. dios”, como el dramaturgo Giovanny Cruz, pero un dios, como “Zeus” en el Olimpo, infalible, claro
Claramente, todo lo que hizo el Presidente Fernández en sus tres mandatos fue genial, sin errores Eran gobiernos perfectos, que preferían “pagar para no matar”, degradando y corrompiendo a todo un clan de población sobornando sus conciencias.
Le siguió el ex presidente Danilo Medina, su compañero, amigo y socio durante décadas. siguiendo sus pasos sobre la degradación y la corrupción, intentó batir su récord, pero no lo logró porque no podía permitirse el lujo de cometer tantos actos escandalosos y abusos contra los ciudadanos.
La oposición sigue como siempre. Ha sido gracias al alcahuete, clientelismo político que aún existe en el sistema judicial dominicano, porque buena parte de la oposición debería ejercer su libertad de expresar su opinión con “la voz de Azua 15”, “la voz de la Victoria”. ” o cualquier otra señal de radio.
La oposición al gobierno del presidente Abinader existe porque el sistema judicial ha sido atacado precisamente por políticos corruptos, la gente hoy se opone a la reforma tributaria y a la reforma constitucional sin argumentos sólidos que la justifiquen.
