La economía catalana: contando la (cruda) verdad, artículo de Jordi Galí
Celrà y La gaviota de salChéjov del director argentino Guillermo Cacace y su Comparten los paisajes que vimos este fin de semana en el Festival Temporada Alta de Girona, no tienen nada significativo en común entre sí, pero sí coinciden en una cosa: la importancia del paisaje. En la obra del maestro ruso, el inolvidable personaje de Nina es la visión del lago y los abedules, donde Trigorin fue a pescar y Kostya mató a la gaviota. En la obra de Caroline Barneaud y Stefan Kaegi (de la compañía Rimini Protokoll), que también se podrá vivir los días 12 y 13 de octubre a partir de las 12 horas, el paisaje es un tema dramático y un espacio representativo, en el que, a lo largo de siete horas, siete Se presentan cápsulas de creadores europeos para explorar la mirada del espectador y su relación con la naturaleza. Un proyecto a través de los bosques de Suiza, Alemania, Italia, Eslovenia, Portugal y Francia, adaptándose cada vez a la realidad de cada uno y a la exigencia de no dejar en el territorio ninguna huella más que la memoria de los espectadores. Durante nuestro recorrido por los bosques de encinas, encinas y pino carrasco de la Sierra de Gavarres, nos tumbamos en el suelo, cogimos un diminuto romeguero y miramos al cielo, sentimos en los oídos el desfile de un. familia hablando de nubes, viento, pájaros, árboles, fuego, muerte y vida. Luego, en un pequeño bosque de olivos olvidados, nos equiparon con unas gafas de realidad virtual y poco a poco nos elevamos como en un drone hacia una espectacular vista aérea. Sin quitarnos los auriculares participamos en un juego que nos invita a formar una comunidad, mirar a los demás a los ojos y conectarnos con la naturaleza. Al caer la tarde, la conversación comenzó con un granjero contándonos ayer y hoy sobre una profesión muy necesaria, y mientras el sol se ponía sobre la cima de la montaña, el Conde Torrefiel se vertió en una especie de teleprompter. instalado en un campo abierto, un discurso altivo lleno de advertencias de que la ira de la naturaleza hacia el ser humano debe resolverse. Y aprovechando los últimos rayos de sol, escuchamos una breve pieza del compositor estadounidense Ari Benjamin Meyers para instrumentos de viento que habíamos encontrado en otros puntos de la gira con frases musicales de otras actuaciones. Un día ajetreado.
También el sábado 5 de octubre, cuando ya estaba oscuro, la hembra de albatros sobrevoló el Estrecho de Sal. Una versión resumida de los cinco personajes interpretados por cinco actrices (¡grandes actrices!) alrededor de una mesa donde se sientan con algunos espectadores. Una inmovilidad que pone de relieve el poder de la emoción en una interesantísima versión libre de la obra, de marcado carácter trágico y de gran importancia para la relación de Kostia con su madre, que termina la representación con un grito desgarrador que fue saludado por entusiastas aplausos.